Falsas recompensas – Colosenses 2:18

El 24 de mayo del 2016, la Comisión de la Bolsa de Valores presentó una queja revelando que Ash Narayan había estafado a una gran cantidad de atletas profesionales con grandes sumas de dinero. Según se informa, el lanzador de los Gigantes de San Francisco Jake Peavy perdió $15.1 millones, y el mariscal de campo de los Broncos de Denver, Mark Sánchez ,perdió $7.8 millones. Narayan secretamente desvió los fondos “utilizando firmas falsificadas o no autorizadas”. Luego invirtió esos fondos en una compañía de boletos en línea en la cual tenía una participación. Peavy, [y] Sánchez … dijeron “…confiábamos en Narayan porque era cristiano y representaba a otros atletas profesionales …”

Ha habido una necesidad persistente en todas las eras de que los verdaderos hijos de Dios tengan mucho cuidado con la influencia que los demás puedan ejercer sobre ellos. El apóstol Pablo advirtió a los santos en Colosas: “Nadie los prive de su premio fingiendo humildad y culto a los ángeles, haciendo alarde de lo que ha visto, vanamente hinchado por su mente carnal” (Colosenses 2:18). Este capítulo en realidad revela varias formas en que los maestros religiosos falsos le robaban a sus creyentes las futuras recompensas eternas. El versículo 18 especifica que esto fue a través de la adoración hacia los ángeles. Las Escrituras son muy claras en cuanto a que los ángeles son seres creados y nunca deben ser adorados bajo ninguna circunstancia. Cuando el apóstol Juan trató de adorar a un mensajero angelical de Dios, fue detenido dos veces (Apocalipsis 19:10, 22:9). Los santos en Colosas también fueron convencidos de observar las restricciones alimenticias y los días santos de los judíos, que no tienen nada que ver con nuestra presente Dispensación de la Gracia (Colosenses 2:16). Estos mismos falsos maestros, que parecían ser cristianos, trataron de imponer el cumplimiento de toda la Ley Mosaica, lo que hace que los conversos de Pablo estén sometidos a “ordenanzas” (2:20). Pero Pablo advirtió a estos miembros del Cuerpo de Cristo que seguir estas doctrinas destinadas únicamente a Israel sería un engaño que les robaría la recompensa eterna. En el Juicio Final de Cristo, el Salvador recompensará a todos los que han confiado en Él solo por su fiel servicio a Su nombre y por la obediencia a Su Palabra. Pero la recompensa se perderá por muchos que han elegido tontamente seguir las cosas que según las enseñanzas de las Escrituras son inapropiadas para nosotros. Esta advertencia implica una necesidad urgente de que estemos bien informados de las prácticas doctrinales precisas que las Escrituras nos indican para complacer a Dios.”

¿Estás siguiendo prácticas religiosas, o incluso pecaminosas, que un día te robarán la recompensa eterna? No dejes que esto suceda. Elige sabiamente ahora. Te alegrarás de haberlo hecho en la eternidad.”¿Estás siguiendo prácticas religiosas, o incluso pecaminosas, que un día te robarán la recompensa eterna? No dejes que esto suceda. Elige sabiamente ahora. Te alegrarás de haberlo hecho en la eternidad.

¿Qué significa “No hay para mi bien fuera de ti” en Salmo 16:2?

“Necesito tu ayuda para entender lo que significan las palabras “No hay para mi bien fuera de ti” en Salmo 16:2”.

Sabemos que este es un salmo mesiánico, porque el Salmo 16:10 habla de la resurrección de Cristo (cf. Hechos 2:27-31). El “bien” del Señor era Su justicia (cf. Sal. 145:7).
David está citando proféticamente algo que el Señor Jesús diría cuando estuvo aquí en la tierra “para el Señor” (Su Padre). Él predice que el Señor oraría y diría que Su justicia no era algo que Él necesitaba dar o impartir a Su Padre, porque Él tenía Su propia justicia. El siguiente versículo continúa diciendo que Su justicia se extendió “a los santos que están en la tierra”. Necesitaban la justicia que sólo el Señor podía darles. El versículo 3 los llama “los integros” porque una vez que el Señor les impartió justicia, se podría decir de ellos que “el justo sirve de guía a su prójimo” (Proverbios 12:26). El Señor dice de los santos en Jerusalén: “es toda mi complacencia” (v. 3) porque una vez que el Señor los hace justos, puede decir de Jerusalén: “el amor de Jehová estará en ti” (Isaías 62:4).

Rezar por todo – Filipenses 4:6-7

Un Cristiano, cuya esposa fue hospitalizada por una dolencia que ponía en peligro su vida, realizó una publicación en Facebook, dijo que él no podía orar por estas necesidades físicas porque el patrón paulino solo permitía orar por cosas espirituales. Además, él no creía que Dios pudiera intervenir en las necesidades físicas de las personas. De manera similar, un amigo cristiano nos contó que, cuando le diagnosticaron cáncer a su maestro bíblico favorito, dijo: “Sabía que no debería orar por su bienestar físico, pero lo hice de todos modos. Simplemente no pude evitarlo”.

En la mente de muchos hay confusión sobre lo que es aceptable ante el Señor para ser incluido en nuestras oraciones. Afortunadamente, la Palabra de Dios nos da un abundante testimonio. Filipenses 4:6 nos alienta a “Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Aquí tenemos instrucciones de orar por todo, incluyendo las necesidades físicas. Cuando Epafrodito estaba “enfermo de muerte” (Filipenses 2:27), Dios ciertamente intervino porque Pablo dijo, “pero Dios tuvo misericordia de él”, y lo curó en salud para que pudiera reanudar el ministerio (vs.27). La Palabra de Dios indica que es correcto orar por cosas circunstanciales y que el Señor también responde con frecuencia a estas solicitudes. Pablo dijo que oró para estar “bien encaminado” a Roma (Romanos 1:10). También pidió que otros oraran por él ” para que yo sea librado de los desobedientes” (Romanos 15:31), “a fin de que el Señor nos abra una puerta para la palabra para comunicar el misterio” (Colosenses 4:3), y para “que seamos librados de hombres perversos y malos” (II Tesalonicenses 3:2). El apóstol Pablo además confirmó claramente que Dios había respondido las oraciones de los santos por necesidades físicas o circunstanciales. Cuando describió su persecución como tan severa que llegó “hasta perder aun la esperanza de vivir” (II Corintios 1:8), aseguró a los santos: “Ustedes también [estaban] cooperando a nuestro favor con ruegos” (v.11). II Timoteo 3:10-11 es aún más claro, diciendo: “Pero tú has seguido de cerca… mis persecuciones… y de todas me libró el Señor”. Estos patrones en la oración continuaron en la enseñanza de Pablo hasta el final de su vida. Cuando se refirió a sí mismo como ” Pablo, anciano” (Filemón 1:9) les dijo a los santos: “… pues espero que mediante las oraciones de ustedes yo les sea concedido” (vs.22).

Aférrate a la práctica de orar por todo. No te despojes de la comodidad e intervención divina que te daría el Señor. ¡Ora por todo!

El elemento tiempo en las Escrituras

Cuántos problemas bíblicos se resolverían, cuántas aparentes contradicciones se explicarían, si tuviéramos más cuidado en notar el elemento tiempo, tan fuertemente enfatizado en la Palabra de Dios.

En Romanos 5:12 aprendemos que el pecado entró en la raza humana por medio de Adán. Luego “entró la ley” (Ver. 20). Pero aún más tarde se levantó el apóstol Pablo para decir: “Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se manifiesta” (Rom. 3:21).

Al principio de la historia del hombre se requerían sacrificios de sangre para ser aceptado ante Dios (ver Gén. 4:4; Heb. 11:4), más tarde la circuncisión y la Ley (Gén. 17:14; Éx. 19:5), y aún más tarde, arrepentimiento y bautismo en agua (Marcos 1:4; Hechos 2:38). Pero no es hasta Pablo que aprendemos acerca de la salvación por gracia mediante la fe únicamente, sobre la base de la obra de redención consumada y todo suficiente de Cristo.

Por eso el Apóstol se refiere en Gal. 3:23 a “la fe que después sería revelada”. Por eso declara que nuestro Señor “se dio a sí mismo en rescate por todos, para ser testificado a su debido tiempo”, y agrega: “para lo cual soy constituido predicador y apóstol” (I Tim. 2:6,7).

Sólo cuando reconocemos el elemento de tiempo en las Escrituras vemos la diferencia entre “el reino de los cielos” y “el Cuerpo de Cristo”, entre “el evangelio del reino” y “el evangelio de la gracia de Dios”. entre la dispensación de la ley y “la dispensación de la gracia de Dios”.

Una comparación de Romanos 3:21 y 26 muestra cómo este elemento del tiempo se enfatiza en las Escrituras. Después de discutir la función de la Ley en los versículos 19 y 20, el apóstol Pablo declara: “Pero ahora la justicia de Dios sin la ley se manifiesta…” Luego, en el Ver. 26 afirma que es el propósito de Dios: “Declarar, digo, en este tiempo su justicia [la de Cristo]; para que Él [Dios] sea justo y Justificador del que cree en Jesús”.

Un enfoque único – Filipenses 3:13-14

Un proverbio ruso dice: “Si persigues a dos conejos, no atraparás a ninguno”. Ha habido una tendencia empresarial de alejarse de realizar múltiples tareas y enfocarse en una sola. Muchos dicen que hacer múltiples cosas a la vez nos mantiene tan distraídos que al final hace que tardemos el doble para terminar las tareas que tenemos y evita que uno se vuelva completamente bueno en cualquier cosa. Bill Gates y Steve Jobs se utilizan como ejemplos de éxito porque desarrollaron un enfoque en una sola cosa: Gates se enfocó en desarrollar Software, mientras que Jobs se enfocó en el diseño. Eligieron solo perseguir a un solo conejo. EN consecuencia, lograron tener mucho éxito.

En el ámbito de las cosas espirituales, es igualmente esencial estar enfocado en una sola cosa. Esto fue cierto para uno de los soldados más exitosos de Cristo, el apóstol Pablo. Pudo presentar el evangelio a multitudes, ver cómo miles confiaron en Cristo, crear muchas iglesias alrededor del Mediterráneo, escribir trece libros de la Biblia, ser mentor de una banda de hombres para continuar en el ministerio, y permanecer tanto fiel como productivo hasta la muerte. Su testimonio fue: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”(Filipenses 3:13-14). Después de que Pablo confió en Cristo, no languideció por la pérdida de amigos y familiares, su futuro prometedor entre los fariseos, ni por su seguridad y estabilidad financiera. Él fue capaz de decir: “Pero las cosas que para mí eran ganancia las he considerado pérdida a causa de Cristo… Considero como pérdida todas las cosas, en comparación con lo incomparable que es conocer a Cristo Jesús mi Señor … y lo tengo por basura a fin de ganar a Cristo” (3:7-8). En lugar de centrarse en estas cosas que podrían haberlo arrastrado a la autocompasión y a la depresión, eligió concentrarse en algo diferente. Mantuvo su objetivo en “la meta” (la cual es el punto focal de su objetivo) “hacia el premio” (refiriéndose a su recompensa), “del supremo llamamiento de Dios” (vs.14). El enfoque único de Pablo era vivir tan fielmente para Cristo que estaba seguro de que le esperaba una recompensa eterna y significativa (1 Tesalonicenses 2:19 y II Timoteo 4:7-8).

¿Cuáles son tus metas en la vida? El objetivo más importante que todo cristiano debe elegir es enfocarse únicamente en vivir fielmente para el Señor para poder alcanzar la recompensa eterna. Nada más importa realmente. Hay que elegir sabiamente.

¡De nada!

Como muchos estadounidenses, solía pasar los domingos por la noche viendo 60 Minutes. Mi parte favorita llegaba cerca del final del programa de cada semana, cuando Andy Rooney expresaba sus quejas y opiniones sobre las cosas. Como sus quejas a menudo estaban dirigidas a cosas nuevas, pensé que era simplemente un viejo cascarrabias al que no le gustaba el cambio. Ahora que tengo más o menos la edad que él tenía entonces, descubro que a mí no me entusiasma tanto el cambio, y hay un cambio social que encuentro particularmente irritante.

Cuando era niño, me enseñaron que si alguien dice “gracias”, la forma educada de responder es decir “De nada”. En los últimos años he notado que “de nada” ha sido reemplazado por “no hay problema” o “no es problema”. No estoy seguro de por qué esto me molesta, pero al más puro estilo Andy Rooney, ¡lo hace!

Tal vez sea porque, si lo pensamos bien, esta respuesta no es tan buena. Decir “de nada” después de un gesto de amabilidad significa que la persona que te hizo el gesto de amabilidad siente que eres una buena persona y que es bienvenida a recibir un trato tan amable. “No hay problema” simplemente dice: “Ser amable contigo no me molestó”; No dice nada de que merezcas que te traten tan bien.

Si Dios estuviera hablando en voz alta estos días, uno se pregunta cómo respondería cuando le agradecimos por todas las bendiciones espirituales que tenemos en Cristo (Efesios 1:3). Dudo que dijera: “No hay problema, ser amable contigo no me molestó”, porque el precio que pagó en el Calvario para obtener estas bendiciones fue demasiado alto. Sentimos que Él preferiría responder a nuestro agradecimiento con: “De nada reciben tales bendiciones”. Por supuesto, no somos dignos de estas bendiciones porque seamos buenas personas en nosotros mismos, sino por quien Él nos ha hecho en Cristo. Por más difícil que sea de aceptar para los cristianos humildes, ahora que somos hijos de Dios, somos bienvenidos al mismo trato de Dios que Él le da a Su propio Hijo. Como lo expresó Pablo, somos “coherederos con Cristo” (Rom. 8:17), y entonces “¿cómo no nos dará también él con Él todas las cosas?” (v. 32).

Recuerda todos los días agradecer a Dios por todo lo que ha hecho por ti en Cristo. Cualquiera puede agradecerle por “la vida y el aliento y todas las cosas” de esa naturaleza, porque “Él las da a todos” (Hechos 17:25). Sólo un hijo de Dios puede agradecerle por “todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales en Cristo”. Si no le damos gracias por estas cosas, ¿quién lo hará?

Un regalo gratis para ti

Parece que todo está subiendo de precio en estos días. Nada cae; todo sube – sube – sube. Los salarios también están aumentando, pero no tan rápido como el costo de vida, ya que nuestro dólar está perdiendo valor todo el tiempo. ¡Es por eso que el ex presidente Eisenhower sugirió que comenzáramos a llamarlos dollarettes!

Sin embargo, debemos agradecer a Dios que hay algo que nunca ha subido de precio: la salvación de almas preciosas. Nunca se ha puesto precio a esto y nunca lo habrá, por varias buenas razones:

Porque Dios no está empobrecido; Él no necesita nuestro dinero.
Porque si se pudiera comprar la salvación, los ricos tendrían ventaja sobre los pobres.
La salvación fue pagada totalmente por Dios Hijo en la cruz del Calvario, y cobrar un centavo por ella ahora sería reflexionar sobre Su obra terminada.
Incluso en los tiempos del Antiguo Testamento Dios dejó claro que los sacrificios y las buenas obras no podían comprar Su favor. En Isa. 55:1-3, el profeta clamó:

“A todo el que tiene sed, venga a las aguas, y a los que no tienen dinero; Venid, comprad y comed; sí, venid, comprad vino y leche sin dinero y sin precio.

“¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan? ¿Y vuestro trabajo por lo que no sacia? Escuchadme atentamente, y comed lo bueno, y dejad que vuestra alma se deleite en grosura.

“Inclina tu oído y ven a mí; oye, y tu alma vivirá…”

Siglos más tarde, después de que a Pablo se le había encomendado “el evangelio de la gracia de Dios”, Él ofreció cosas aún mejores a aquellos que estuvieran dispuestos a aceptarlas. Declaró que los creyentes en Cristo son…

“Justificados gratuitamente por la gracia [de Dios], mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24).

“Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva [gratuita] de Dios es vida eterna en Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 6:23).

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).

La clave para una vida sin preocupaciones

Según los médicos del Centro Médico Regional del Buen Samaritano en Phoenix, Arizona, las serpientes cascabel que se creen muertas aún pueden atacarte, morderte y matarte. Los médicos de Phoenix dijeron que cada año ingresan un gran número de pacientes que sufren mordeduras de cascabeles que se cree que están muertas A veces mataban a las serpientes y les cortaban la cabeza; pero la cabeza de serpiente conserva una acción refleja. De hecho, un estudio demostró que las cabezas de serpiente aún podían realizar movimientos de golpe hasta sesenta minutos después de la decapitación.

Satanás, esa vieja Serpiente, fue derrotado en el Calvario: le cortaron la cabeza. El capítulo 2 de Hebreos dice que nuestro Salvador, con Su muerte, destruyó al que tenía el poder de la muerte. Pero durante un tiempo, Satanás todavía puede atacarnos y herirnos. Él todavía puede lastimarnos y envenenar nuestras relaciones y esparcir su veneno mortal en nuestros hogares y vidas.

Pablo amonestó a los corintios a tener mucho cuidado en esta área: “No sea que Satanás se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones” (II Cor. 2:11). Aunque esto pudo haber sido cierto en los días del apóstol, no estamos seguros de que sea así hoy. Nos parece que muchos creyentes no saben que están siendo atacados. Satanás puede ser muy sutil y sus artimañas están bien planificadas. Si bien sus dispositivos adoptan muchas formas, hay una en particular que utiliza con bastante eficacia: ¡preocúpate! Si el enemigo puede mantenerte desequilibrado en esta área, puede obstaculizar con éxito tu servicio al Señor.

PREOCUPARSE
“Por nada esténafanosos; sino que en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. —Filipenses. 4:6,7

¿Te preocupas? No lo creo, pero hay algunos que luchan con este problema. Pablo dice: “Por nada os afanéis”. En nuestro lenguaje moderno diríamos: “No te preocupes por nada”. La palabra griega detrás del término “cuidado” aquí es merimnao, que significa tirar en diferentes direcciones, distraer. Esto es exactamente lo que te hará la preocupación: te destrozará tanto emocional como físicamente. Puede ser una de las principales causas de úlceras, ¡lo cual es otra cosa de qué preocuparse!

La preocupación siempre se centra en el futuro con respecto a lo que puede suceder o no. Reflexiona sobre todos los peores escenarios imaginables hasta que te quedas hecho un nudo. Podríamos decirlo de esta manera: el pasado pertenece a los tiempos, el presente nos pertenece a nosotros, pero el futuro pertenece a Dios.

Permanecer de pie – Filipenses 1:27

En Gettysburg, el 1 de julio de 1863, el 16° Regimiento de Maine detuvo repetidos asaltos de los confederados. El general Robinson ordenó que el 16 de Maine permaneciera en la retaguardia para permitir que el resto de la división escapara. El coronel Tilden del 16 protestó porque sabía que sus hombres serían asesinados. Pero el general Robinson insistió en ordenar a los hombres del 16 que se “mantuvieran a toda costa”.1 El coronel Tilden les dijo a sus hombres: “Todos saben lo que eso significa”. A la mañana siguiente, el regimiento de más de doscientos hombres había sufrido una tasa de mortalidad del ochenta y tres por ciento. Pero siguieron sus órdenes y se mantuvieron firmes.

“Permanecer de pie” significa “sostener algo inquebrantablemente, o negarse a ceder”. Es de destacar cuantas veces el apóstol Pablo instruyó a los santos a permanecer “firmes” y de qué manera debían hacerlo. A los filipenses se les dijo que debían permanecer “firmes en un mismo espíritu, combatiendo juntos y unánimes por la fe del evangelio, y no siendo intimidados de ninguna manera por los adversarios” (Filipenses 1:27-28). La fuerte oposición surgió en casi todas partes donde Pablo fue a predicar las buenas nuevas de la vida eterna a través de la fe en Cristo. Fue cierto también para sus convertidos. Estos creyentes necesitaban unirse y mantenerse firmes sin concesiones por la claridad del evangelio, sin ser intimidados por la persecución. A estos mismos creyentes se les instó a permanecer “firmes en el Señor” (4:1). La lucha interna dentro de la iglesia había producido actitudes engreídas que habían dañado su unidad (2:2-4; 4:3). Debían mantener sus ojos en el Señor y esforzarse por restablecer la armonía al abrazar el tipo de humildad que el Salvador demostró al morir por nuestros pecados. Los creyentes en Tesalónica habían sufrido una severa persecución por su fe (I Tesalonicenses 2:14-15), y Pablo temía que sus “aflicciones” (3:3) pudieran causar que su caminar con Cristo menguara. Él les dijo, “Porque ahora vivimos, si efectivamente están firmes en el Señor” (3:8). Él sería animado y ellos perseverarían si permanecieran inamovibles en una relación cercana con el Salvador. Pablo escribió a estos mismos santos diciendo: “… hermanos, estén firmes y retengan las doctrinas en que han sido enseñados, sea por palabra o por carta nuestra” (II Tesalonicenses 2:15). Como es en la actualidad, persistía el peligro para estos creyentes de que pudieran derivar de las doctrinas exclusivas de la gracia otorgada por el Señor y por medio del apóstol Pablo. Pero no deben. ¡Deben Permanecer Firmes!

En nuestra batalla diaria contra Satanás, estos siguen siendo los mandamientos de nuestro Líder Supremo, el Señor Jesucristo. Mantente de pie a toda costa.

Sanar la amargura – Efesios 4:31-32

En el libro “The Telling Room”, el autor Michael Peteniti comparte la historia real de una mujer muy anciana que caminaba de su casa al cementerio y de regreso todos los días. Sin importar las condiciones, ella subía la ladera todos los días para escupir sobre la tumba de su archienemigo.

Los Cristianos pueden ser también llevados por la amargura, pero no debemos serlo. Efesios 4:31 insta a los creyentes a quitarse “toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda la maldad”. Cuando la amargura ha crecido en nuestras almas, debemos dejar que el Señor entre en nosotros para SANARNOS. Lo primero que debemos hacer es entregar al ofensor al Señor. Romanos 12:17 nos dice “No paguen a nadie mal por mal. Procuren lo bueno delante de todos los hombres”. Puede no ser lo que nuestra carne quiere escuchar, pero solo el Señor tiene el derecho de tomar acciones contra los que se equivocan. Sanar continúa cuando se le dan Emociones a Dios. Filipenses 4:6-7 promete que cuando presentes tus “peticiones delante de Dios… la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y mentes en Cristo Jesús”. Sin importar las circunstancias, cuando rezamos, Dios podrá sanar nuestras emociones heridas. Sanar continúa con Aceptar la consecuencia de nuestro dolor. Romanos 8:28 promete, “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito”. Nuestro Dios omnipotente puede tomar las peores circunstancias y traer bondad a nuestras vidas como resultado. Por lo tanto, debemos confiar Él. La Sanación viene al buscar la Lección de Dios en nuestro juicio. Paul nos dice que, durante su peor persecución, aprendió que no debemos confiar “en nosotros mismos sino en Dios…” (II Corintios 1:9). Cuando lleguen las pruebas, busca una lección de vida espiritual. Sanar puede lograrse Invirtiendo en los que nos ofende. Es cierto, esto es muy difícil. Romanos 12:21 nos dice “No seas vencido por el mal sino vence el mal con el bien.” Esto nos ayuda a reenfocarnos y a ablandar al que nos ofende. La Sanación mejora cuando tomamos en cuenta nuestra responsabilidad de Perdonar al que nos ofende. Colosenses 3:12-13 urge a los creyentes a tener “compasión… humildad…. Paciencia… De la manera que el Señor los perdonó, así también háganlo ustedes.” La Sanación sólo estará completada cuando Vayamos por la vida sin paralizarnos. Revivir eventos dañinos o negarnos a seguir adelante con nuestra vida solo profundizará la herida en nuestro espíritu. Por lo tanto, Colosenses 3:15 nos aconseja a dejar que “…paz de Cristo gobierne en su corazón, pues a ella fueron llamados…”

Deja que el Gran Médico sane tu corazón aplicando estos principios.