Una vida

by Pastor Paul M. Sadler

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Este es un día de infinitas oportunidades para servir al Señor. Una vida, tu vida, puede marcar la diferencia. Cuando Dios dividió las aguas del Mar Rojo, ¿a cuántos llamó para liderar Su liberación? Un hombre: ¡Moisés! Cuando el pueblo elegido de Dios se enfrentó a la extinción a manos de Amán, ¿cuántos marcaron la diferencia? Una mujer: ¡Esther! Cuando la asesina Atalía trató de destruir toda la descendencia real a través de la cual vendría el Redentor, ¿cuántos se interpusieron en su camino? Una mujer: ¡Jehosheba! Cuando Dios dio a conocer el consejo secreto de Su voluntad que estuvo oculto desde épocas y generaciones pasadas, ¿a cuántos llamó inicialmente para dar a conocer las riquezas de Su gracia? Un hombre: ¡Pablo! Una vida solitaria entregada al propósito de Dios puede marcar la diferencia.

A principios del siglo XX, “una vez apareció en un periódico de Londres el siguiente anuncio: ‘Se buscan hombres para un viaje peligroso’. Salarios bajos, frío intenso, largos meses de completa oscuridad, peligro constante, retorno seguro dudoso”. El anuncio estaba firmado por Sir Ernest Shackleton, explorador antártico. Sorprendentemente, el anuncio atrajo a miles de encuestados, deseosos de sacrificarlo todo por la perspectiva de una aventura significativa”.

Esta historia sirve como recordatorio de que los hombres arriesgarán sus vidas por unos momentos de gloria temporal que pronto se desvanecerá. Pero la aventura en la que nos encontramos cuando dedicamos nuestra vida a Cristo tiene el beneficio del peso eterno de la gloria. Este viaje también tiene sus peligros, ya que Satanás nos lanza sus ardientes dardos de duda y desánimo, con la esperanza de que abandonemos la buena batalla de la fe. También tenemos que lidiar con la oscuridad de las críticas y, en ocasiones, las tergiversaciones. Pero qué experiencia tan gratificante es tener la oportunidad de llevar a alguien a Cristo y librarlo del juicio eterno. ¡Qué honor es ser usado por Dios, el mismo Dios de la creación, en cualquier área de servicio que Él nos haya llamado!

Los miles de personas que respondieron al anuncio de Sir Ernest Shackleton estaban dispuestos a sacrificarlo todo por un viaje significativo. ¿Estamos dispuestos a sacrificar algunas comodidades de esta vida, sus placeres y la seguridad financiera para vivir para el Señor y marcar una diferencia en la vida de otra persona? ¡Recordad y recordad bien a Aquel que hizo ese sacrificio por nosotros!