¿Qué significa “No hay para mi bien fuera de ti” en Salmo 16:2?

“Necesito tu ayuda para entender lo que significan las palabras “No hay para mi bien fuera de ti” en Salmo 16:2”.

Sabemos que este es un salmo mesiánico, porque el Salmo 16:10 habla de la resurrección de Cristo (cf. Hechos 2:27-31). El “bien” del Señor era Su justicia (cf. Sal. 145:7).
David está citando proféticamente algo que el Señor Jesús diría cuando estuvo aquí en la tierra “para el Señor” (Su Padre). Él predice que el Señor oraría y diría que Su justicia no era algo que Él necesitaba dar o impartir a Su Padre, porque Él tenía Su propia justicia. El siguiente versículo continúa diciendo que Su justicia se extendió “a los santos que están en la tierra”. Necesitaban la justicia que sólo el Señor podía darles. El versículo 3 los llama “los integros” porque una vez que el Señor les impartió justicia, se podría decir de ellos que “el justo sirve de guía a su prójimo” (Proverbios 12:26). El Señor dice de los santos en Jerusalén: “es toda mi complacencia” (v. 3) porque una vez que el Señor los hace justos, puede decir de Jerusalén: “el amor de Jehová estará en ti” (Isaías 62:4).

Prayer for Everything – Philippians 4:6-7

A Christian man who’s wife was hospitalized with a life-threatening ailment posted on Facebook that he could not pray for these physical needs because the Pauline pattern was to only pray about spiritual things. Moreover, he did not believe God intervenes for physical needs today. Similarly, a Christian friend related to us that when his favorite Bible teacher was diagnosed with cancer, he said, “I knew I shouldn’t pray for his physical well-being, but I did anyway. I just couldn’t help myself.”

In the minds of many there is confusion about what is acceptable before the Lord to be included in our prayers. Fortunately, God’s Word gives us an abundant testimony. Philippians 4:6 encourages us to “Be careful for nothing; but in every thing by prayer and supplication with thanksgiving let your requests be made known unto God.” Here we are instructed to pray for everything, including physical needs. When Epaphroditus was “sick nigh unto death” (Philippians 2:27), God certainly intervened because Paul stated, “but God had mercy on him,” and raised him up in health so he could resume ministry (vs. 28). The Word of God indicates it is proper to pray for circumstantial things and that the Lord also frequently answers these requests. Paul said he prayed that “I might have a prosperous journey” to Rome (Romans 1:10). He also requested that others would pray for him “that I might be delivered from them that do not believe” (Romans 15:31), “that God would open unto us a door of utterance to speak the mystery” (Colossians 4:3), and “that we may be delivered from unreasonable and wicked men” (II Thessalonians 3:2). The Apostle Paul further clearly confirmed that God had answered the prayers of the saints for physical or circumstantial needs. When he described his persecution as being so severe that “we despaired even of life” (II Corinthians 1:8), he assured the saints “Ye also [were] helping together by prayer for us” (vs. 11). Second Timothy 3:10-11 is even clearer, saying, “But thou hast fully know my…persecutions…I endured; but out of them all the Lord delivered me.” These patterns in prayer continued in Paul’s teaching through the end of his life. When he referred to himself as “Paul the aged” (Philemon 9) he told the saints “…for I trust that through your prayers I shall be given unto you” (vs. 22).

Hold fast to the practice of praying about everything. Don’t rob yourself of the divine comfort and intervention the Lord would give you. Pray about everything!


Free Mail Subscription

Start each day with short, devotional articles taken from the book Daily Transformation by Pastor John Fredericksen. As Pastor Fredericksen writes in the introduction:

"We welcome you, as you journey with us..., to not only learn information, but to benefit from examples of faith and failure, and seek to apply God’s Word to every day life. Together, let’s transition from only studying theories of doctrine, to applying God’s truths in a practical way every day. May God use these studies to help you find daily transformation."


Rezar por todo – Filipenses 4:6-7

Un Cristiano, cuya esposa fue hospitalizada por una dolencia que ponía en peligro su vida, realizó una publicación en Facebook, dijo que él no podía orar por estas necesidades físicas porque el patrón paulino solo permitía orar por cosas espirituales. Además, él no creía que Dios pudiera intervenir en las necesidades físicas de las personas. De manera similar, un amigo cristiano nos contó que, cuando le diagnosticaron cáncer a su maestro bíblico favorito, dijo: “Sabía que no debería orar por su bienestar físico, pero lo hice de todos modos. Simplemente no pude evitarlo”.

En la mente de muchos hay confusión sobre lo que es aceptable ante el Señor para ser incluido en nuestras oraciones. Afortunadamente, la Palabra de Dios nos da un abundante testimonio. Filipenses 4:6 nos alienta a “Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Aquí tenemos instrucciones de orar por todo, incluyendo las necesidades físicas. Cuando Epafrodito estaba “enfermo de muerte” (Filipenses 2:27), Dios ciertamente intervino porque Pablo dijo, “pero Dios tuvo misericordia de él”, y lo curó en salud para que pudiera reanudar el ministerio (vs.27). La Palabra de Dios indica que es correcto orar por cosas circunstanciales y que el Señor también responde con frecuencia a estas solicitudes. Pablo dijo que oró para estar “bien encaminado” a Roma (Romanos 1:10). También pidió que otros oraran por él ” para que yo sea librado de los desobedientes” (Romanos 15:31), “a fin de que el Señor nos abra una puerta para la palabra para comunicar el misterio” (Colosenses 4:3), y para “que seamos librados de hombres perversos y malos” (II Tesalonicenses 3:2). El apóstol Pablo además confirmó claramente que Dios había respondido las oraciones de los santos por necesidades físicas o circunstanciales. Cuando describió su persecución como tan severa que llegó “hasta perder aun la esperanza de vivir” (II Corintios 1:8), aseguró a los santos: “Ustedes también [estaban] cooperando a nuestro favor con ruegos” (v.11). II Timoteo 3:10-11 es aún más claro, diciendo: “Pero tú has seguido de cerca… mis persecuciones… y de todas me libró el Señor”. Estos patrones en la oración continuaron en la enseñanza de Pablo hasta el final de su vida. Cuando se refirió a sí mismo como ” Pablo, anciano” (Filemón 1:9) les dijo a los santos: “… pues espero que mediante las oraciones de ustedes yo les sea concedido” (vs.22).

Aférrate a la práctica de orar por todo. No te despojes de la comodidad e intervención divina que te daría el Señor. ¡Ora por todo!

El elemento tiempo en las Escrituras

Cuántos problemas bíblicos se resolverían, cuántas aparentes contradicciones se explicarían, si tuviéramos más cuidado en notar el elemento tiempo, tan fuertemente enfatizado en la Palabra de Dios.

En Romanos 5:12 aprendemos que el pecado entró en la raza humana por medio de Adán. Luego “entró la ley” (Ver. 20). Pero aún más tarde se levantó el apóstol Pablo para decir: “Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se manifiesta” (Rom. 3:21).

Al principio de la historia del hombre se requerían sacrificios de sangre para ser aceptado ante Dios (ver Gén. 4:4; Heb. 11:4), más tarde la circuncisión y la Ley (Gén. 17:14; Éx. 19:5), y aún más tarde, arrepentimiento y bautismo en agua (Marcos 1:4; Hechos 2:38). Pero no es hasta Pablo que aprendemos acerca de la salvación por gracia mediante la fe únicamente, sobre la base de la obra de redención consumada y todo suficiente de Cristo.

Por eso el Apóstol se refiere en Gal. 3:23 a “la fe que después sería revelada”. Por eso declara que nuestro Señor “se dio a sí mismo en rescate por todos, para ser testificado a su debido tiempo”, y agrega: “para lo cual soy constituido predicador y apóstol” (I Tim. 2:6,7).

Sólo cuando reconocemos el elemento de tiempo en las Escrituras vemos la diferencia entre “el reino de los cielos” y “el Cuerpo de Cristo”, entre “el evangelio del reino” y “el evangelio de la gracia de Dios”. entre la dispensación de la ley y “la dispensación de la gracia de Dios”.

Una comparación de Romanos 3:21 y 26 muestra cómo este elemento del tiempo se enfatiza en las Escrituras. Después de discutir la función de la Ley en los versículos 19 y 20, el apóstol Pablo declara: “Pero ahora la justicia de Dios sin la ley se manifiesta…” Luego, en el Ver. 26 afirma que es el propósito de Dios: “Declarar, digo, en este tiempo su justicia [la de Cristo]; para que Él [Dios] sea justo y Justificador del que cree en Jesús”.

A Singular Focus – Philippians 3:13-14

A Russian proverb says, “If you chase two rabbits you will not catch either one.” There has been a growing business trend moving away from multitasking and toward becoming singularly focused. Many say that multitasking keeps one so distracted that it takes up to 100% longer to finish tasks, and it prevents you from becoming really good at anything. Bill Gates and Steve Jobs are used as examples of success because they developed a laser-type focus on one thing: Gates on software, and Jobs on design. They chose to become like a dog chasing only one rabbit. Consequently they achieved great success.

In the realm of spiritual things, it is likewise essential to be singularly focused. This was true of one of the most successful soldiers for Christ, the Apostle Paul. He was able to present the gospel to multitudes, to see perhaps thousands trust in Christ, to plant many churches around the Mediterranean, to write thirteen books of the Bible, to mentor a band of men to carry on in ministry, and to remain both faithful and productive until death. His testimony was “Brethren, I count not myself to have apprehended: but this one thing I do, forgetting those things which are behind, and reaching forth unto those things which are before, I press toward the mark for the prize of the high calling of God in Christ Jesus” (Philippians 3:13-14). Notice, after Paul trusted in Christ, he did not languish over the loss of friends and family, his promising future among the Pharisees, nor financial security and safety. He was able to say, “But what things were gain to me, those I counted loss for Christ…and I count all things loss…for the excellency of the knowledge of Christ…and do count them but dung, that I may win Christ” (3:7-8). Instead of focusing on these things that could have dragged him into self-pity and depression, he chose to concentrate on something different. He kept his eye on “the mark” (which describes a focal point on a target) “for the prize” (referring to a reward), “of the high calling of God” (vs. 14). Paul’s laser-type focus was on living so faithfully for Christ that he was confident that meaningful eternal reward awaited him (I Thessalonians 2:19 and II Timothy 4:7-8).

What are your goals in life? The most important goal every Christian must choose is the singular focus of living so faithfully for the Lord that eternal rewards await. Nothing else really matters. Choose wisely.


Free Mail Subscription

Start each day with short, devotional articles taken from the book Daily Transformation by Pastor John Fredericksen. As Pastor Fredericksen writes in the introduction:

"We welcome you, as you journey with us..., to not only learn information, but to benefit from examples of faith and failure, and seek to apply God’s Word to every day life. Together, let’s transition from only studying theories of doctrine, to applying God’s truths in a practical way every day. May God use these studies to help you find daily transformation."


Un enfoque único – Filipenses 3:13-14

Un proverbio ruso dice: “Si persigues a dos conejos, no atraparás a ninguno”. Ha habido una tendencia empresarial de alejarse de realizar múltiples tareas y enfocarse en una sola. Muchos dicen que hacer múltiples cosas a la vez nos mantiene tan distraídos que al final hace que tardemos el doble para terminar las tareas que tenemos y evita que uno se vuelva completamente bueno en cualquier cosa. Bill Gates y Steve Jobs se utilizan como ejemplos de éxito porque desarrollaron un enfoque en una sola cosa: Gates se enfocó en desarrollar Software, mientras que Jobs se enfocó en el diseño. Eligieron solo perseguir a un solo conejo. EN consecuencia, lograron tener mucho éxito.

En el ámbito de las cosas espirituales, es igualmente esencial estar enfocado en una sola cosa. Esto fue cierto para uno de los soldados más exitosos de Cristo, el apóstol Pablo. Pudo presentar el evangelio a multitudes, ver cómo miles confiaron en Cristo, crear muchas iglesias alrededor del Mediterráneo, escribir trece libros de la Biblia, ser mentor de una banda de hombres para continuar en el ministerio, y permanecer tanto fiel como productivo hasta la muerte. Su testimonio fue: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”(Filipenses 3:13-14). Después de que Pablo confió en Cristo, no languideció por la pérdida de amigos y familiares, su futuro prometedor entre los fariseos, ni por su seguridad y estabilidad financiera. Él fue capaz de decir: “Pero las cosas que para mí eran ganancia las he considerado pérdida a causa de Cristo… Considero como pérdida todas las cosas, en comparación con lo incomparable que es conocer a Cristo Jesús mi Señor … y lo tengo por basura a fin de ganar a Cristo” (3:7-8). En lugar de centrarse en estas cosas que podrían haberlo arrastrado a la autocompasión y a la depresión, eligió concentrarse en algo diferente. Mantuvo su objetivo en “la meta” (la cual es el punto focal de su objetivo) “hacia el premio” (refiriéndose a su recompensa), “del supremo llamamiento de Dios” (vs.14). El enfoque único de Pablo era vivir tan fielmente para Cristo que estaba seguro de que le esperaba una recompensa eterna y significativa (1 Tesalonicenses 2:19 y II Timoteo 4:7-8).

¿Cuáles son tus metas en la vida? El objetivo más importante que todo cristiano debe elegir es enfocarse únicamente en vivir fielmente para el Señor para poder alcanzar la recompensa eterna. Nada más importa realmente. Hay que elegir sabiamente.

¡De nada!

Como muchos estadounidenses, solía pasar los domingos por la noche viendo 60 Minutes. Mi parte favorita llegaba cerca del final del programa de cada semana, cuando Andy Rooney expresaba sus quejas y opiniones sobre las cosas. Como sus quejas a menudo estaban dirigidas a cosas nuevas, pensé que era simplemente un viejo cascarrabias al que no le gustaba el cambio. Ahora que tengo más o menos la edad que él tenía entonces, descubro que a mí no me entusiasma tanto el cambio, y hay un cambio social que encuentro particularmente irritante.

Cuando era niño, me enseñaron que si alguien dice “gracias”, la forma educada de responder es decir “De nada”. En los últimos años he notado que “de nada” ha sido reemplazado por “no hay problema” o “no es problema”. No estoy seguro de por qué esto me molesta, pero al más puro estilo Andy Rooney, ¡lo hace!

Tal vez sea porque, si lo pensamos bien, esta respuesta no es tan buena. Decir “de nada” después de un gesto de amabilidad significa que la persona que te hizo el gesto de amabilidad siente que eres una buena persona y que es bienvenida a recibir un trato tan amable. “No hay problema” simplemente dice: “Ser amable contigo no me molestó”; No dice nada de que merezcas que te traten tan bien.

Si Dios estuviera hablando en voz alta estos días, uno se pregunta cómo respondería cuando le agradecimos por todas las bendiciones espirituales que tenemos en Cristo (Efesios 1:3). Dudo que dijera: “No hay problema, ser amable contigo no me molestó”, porque el precio que pagó en el Calvario para obtener estas bendiciones fue demasiado alto. Sentimos que Él preferiría responder a nuestro agradecimiento con: “De nada reciben tales bendiciones”. Por supuesto, no somos dignos de estas bendiciones porque seamos buenas personas en nosotros mismos, sino por quien Él nos ha hecho en Cristo. Por más difícil que sea de aceptar para los cristianos humildes, ahora que somos hijos de Dios, somos bienvenidos al mismo trato de Dios que Él le da a Su propio Hijo. Como lo expresó Pablo, somos “coherederos con Cristo” (Rom. 8:17), y entonces “¿cómo no nos dará también él con Él todas las cosas?” (v. 32).

Recuerda todos los días agradecer a Dios por todo lo que ha hecho por ti en Cristo. Cualquiera puede agradecerle por “la vida y el aliento y todas las cosas” de esa naturaleza, porque “Él las da a todos” (Hechos 17:25). Sólo un hijo de Dios puede agradecerle por “todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales en Cristo”. Si no le damos gracias por estas cosas, ¿quién lo hará?

Un regalo gratis para ti

Parece que todo está subiendo de precio en estos días. Nada cae; todo sube – sube – sube. Los salarios también están aumentando, pero no tan rápido como el costo de vida, ya que nuestro dólar está perdiendo valor todo el tiempo. ¡Es por eso que el ex presidente Eisenhower sugirió que comenzáramos a llamarlos dollarettes!

Sin embargo, debemos agradecer a Dios que hay algo que nunca ha subido de precio: la salvación de almas preciosas. Nunca se ha puesto precio a esto y nunca lo habrá, por varias buenas razones:

Porque Dios no está empobrecido; Él no necesita nuestro dinero.
Porque si se pudiera comprar la salvación, los ricos tendrían ventaja sobre los pobres.
La salvación fue pagada totalmente por Dios Hijo en la cruz del Calvario, y cobrar un centavo por ella ahora sería reflexionar sobre Su obra terminada.
Incluso en los tiempos del Antiguo Testamento Dios dejó claro que los sacrificios y las buenas obras no podían comprar Su favor. En Isa. 55:1-3, el profeta clamó:

“A todo el que tiene sed, venga a las aguas, y a los que no tienen dinero; Venid, comprad y comed; sí, venid, comprad vino y leche sin dinero y sin precio.

“¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan? ¿Y vuestro trabajo por lo que no sacia? Escuchadme atentamente, y comed lo bueno, y dejad que vuestra alma se deleite en grosura.

“Inclina tu oído y ven a mí; oye, y tu alma vivirá…”

Siglos más tarde, después de que a Pablo se le había encomendado “el evangelio de la gracia de Dios”, Él ofreció cosas aún mejores a aquellos que estuvieran dispuestos a aceptarlas. Declaró que los creyentes en Cristo son…

“Justificados gratuitamente por la gracia [de Dios], mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24).

“Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva [gratuita] de Dios es vida eterna en Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 6:23).

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).

La clave para una vida sin preocupaciones

Según los médicos del Centro Médico Regional del Buen Samaritano en Phoenix, Arizona, las serpientes cascabel que se creen muertas aún pueden atacarte, morderte y matarte. Los médicos de Phoenix dijeron que cada año ingresan un gran número de pacientes que sufren mordeduras de cascabeles que se cree que están muertas A veces mataban a las serpientes y les cortaban la cabeza; pero la cabeza de serpiente conserva una acción refleja. De hecho, un estudio demostró que las cabezas de serpiente aún podían realizar movimientos de golpe hasta sesenta minutos después de la decapitación.

Satanás, esa vieja Serpiente, fue derrotado en el Calvario: le cortaron la cabeza. El capítulo 2 de Hebreos dice que nuestro Salvador, con Su muerte, destruyó al que tenía el poder de la muerte. Pero durante un tiempo, Satanás todavía puede atacarnos y herirnos. Él todavía puede lastimarnos y envenenar nuestras relaciones y esparcir su veneno mortal en nuestros hogares y vidas.

Pablo amonestó a los corintios a tener mucho cuidado en esta área: “No sea que Satanás se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones” (II Cor. 2:11). Aunque esto pudo haber sido cierto en los días del apóstol, no estamos seguros de que sea así hoy. Nos parece que muchos creyentes no saben que están siendo atacados. Satanás puede ser muy sutil y sus artimañas están bien planificadas. Si bien sus dispositivos adoptan muchas formas, hay una en particular que utiliza con bastante eficacia: ¡preocúpate! Si el enemigo puede mantenerte desequilibrado en esta área, puede obstaculizar con éxito tu servicio al Señor.

PREOCUPARSE
“Por nada esténafanosos; sino que en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. —Filipenses. 4:6,7

¿Te preocupas? No lo creo, pero hay algunos que luchan con este problema. Pablo dice: “Por nada os afanéis”. En nuestro lenguaje moderno diríamos: “No te preocupes por nada”. La palabra griega detrás del término “cuidado” aquí es merimnao, que significa tirar en diferentes direcciones, distraer. Esto es exactamente lo que te hará la preocupación: te destrozará tanto emocional como físicamente. Puede ser una de las principales causas de úlceras, ¡lo cual es otra cosa de qué preocuparse!

La preocupación siempre se centra en el futuro con respecto a lo que puede suceder o no. Reflexiona sobre todos los peores escenarios imaginables hasta que te quedas hecho un nudo. Podríamos decirlo de esta manera: el pasado pertenece a los tiempos, el presente nos pertenece a nosotros, pero el futuro pertenece a Dios.