¿Alguna vez has pensado cuánto ha hecho Dios “por nosotros” en Cristo?
En Romanos 8:32 leemos que para salvarnos del pecado, Dios “no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó POR todos NOSOTROS”. En Tito 2:14 se nos dice que Cristo “se dio a sí mismo POR NOSOTROS, para redimirnos de toda iniquidad…”. En Romanos 5:8 el Apóstol declara que “siendo aún pecadores, Cristo murió POR NOSOTROS”. Gálatas 3:13 dice que Cristo “fue hecho maldición POR NOSOTROS”.
Hebreos 9:12 declara que “entró… en el lugar santo [la presencia del Padre], habiendo obtenido PARA NOSOTROS eterna redención”. Y si confiamos en Él para esta “redención eterna”, podemos leer más en Hebreos 9:24 que “no entró Cristo en el santuario hecho de mano…sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante la presencia de Dios POR NOSOTROS”. . Romanos 8:34 pregunta quién puede condenar al creyente en Cristo, ya que ÉL [el Señor Jesucristo] ahora está “a la diestra de Dios” e “intercede POR NOSOTROS”.
Hebreos 6:20 declara que nuestro Señor entró en la presencia del Padre “PARA NOSOTROS” como nuestro “Precursor”. Por lo tanto, Hebreos 10:19,20 anima a los creyentes a acercarse a Dios en oración: “Así que, hermanos, teniendo libertad para ENTRAR en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesús… el camino nuevo y vivo que él ha consagrado PARA NOSOTROS…”.
¡Solo piense cuánto ha hecho Dios POR NOSOTROS en Cristo! Él entregó a su amado Hijo a la muerte POR NOSOTROS, Cristo se entregó POR NOSOTROS, murió POR NOSOTROS, se hizo maldición POR NOSOTROS, intercede POR NOSOTROS, entró al cielo POR NOSOTROS como un Precursor y consagró “un camino nuevo y vivo” a la presencia de Dios. PARA NOSOTROS, para que podamos “acercarnos confiadamente al trono de la gracia” para “alcanzar misericordia y hallar gracia para el socorro en el momento de necesidad” (Heb.4:16). “Si Dios es POR NOSOTROS, ¿quién contra nosotros” (Romanos 8:31)?