Unidad con Cristo

by Pastor Cornelius R. Stam

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“Estoy [he sido] crucificado con Cristo” (Gálatas 2:20).

¿Qué es la salvación? En realidad, es entrar en unidad con el Señor Jesucristo.

“La paga del pecado es muerte” y “el alma que pecare, esa morirá”, pero Cristo no era un pecador. Incluso Poncio Pilato, después de haberlo examinado detenidamente, dijo: “No hallo culpa en Él” y “No hallo causa de muerte en Él”.

Por lo tanto, no fue Su muerte la que Él murió en el Calvario. Fue la nuestra. Él había venido del cielo para nacer en la raza humana como uno de nosotros para morir nuestra muerte.

Es cuando vemos esa muerte en el Calvario y decimos: “Esta no es Su muerte la que Él está muriendo. Es la mía;” es entonces cuando, por un acto de fe, nos hacemos uno con Él. Su muerte fue la nuestra; el castigo por nuestros pecados, pero no se nos aplica hasta que por fe lo aceptamos como nuestro. Así el Apóstol Pablo declara por inspiración divina:

“He sido crucificado con Cristo” y añade: “la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe [la fidelidad] del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gál. 2 :20).

Puesto que el creyente se ha unido a Cristo en la muerte, también está unido a Él en la vida de resurrección. Col 2:12 dice que los creyentes son “sepultados con Él en el bautismo”. Esto no es bautismo por agua. Este es un bautismo divino, la obra del Espíritu Santo, porque continúa diciendo: “en el cual también habéis resucitado con él por la fe en la operación de Dios”.

No es de extrañar que el Apóstol comience esta lección para los creyentes con la declaración:

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y vosotros estáis completos en él” (Col. 2:9,10).