Luego de la carrera anual de 10 kilómetros del Día de Acción de Gracias del 2014 en Cincinnati, Julie Isphording, simplemente no podía dormir. Ella había sido la organizadora de esta carrera durante 12 años. El dinero recaudado con este evento se destinaba a obras benéficas locales, por lo que, para ella, era importante que esta carrera continuara siendo exitosa. A lo largo de la carrera, se colocaron estaciones para ofrecerle agua a los participantes y se les dieron muestras gratuitas de barras de proteína. Pero este año, muchos de los participantes no tomaron solo una barra de proteína. Muchos tomaron todas los que pudieron sostener con sus brazos; otros llenaron bolsas que traían y un número sorprendente incluso saltó a los contenedores de basura para sacar cajas que posteriormente llenaron con barras de proteína. Este grado de avaricia trastorna a Julie.1
Probablemente nosotros mismos no hayamos podido dormir después de una situación molesta. Esta situación no es nueva. Incluso el Rey David daba a entender que también tuvo problemas con esto. Pero él encontró una solución. Concluyó que era improductivo y contrario a la voluntad de Dios perder el sueño preocupándonos. En el Salmo 127: 2, David escribe: “Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño”. Él logró vencer el insomnio mediante la aplicación de varios principios bíblicos. David encontró consuelo en su relación con el Señor, escribiendo: “…Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare…” (Salmo 4:3). Cuando el sueño era fugaz, la práctica del Salmo 4: 4 le ayudó: “Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah”. La palabra “selah”, significa “pausa”. Como los salmos debían cantarse, los músicos debían hacer una pausa en este punto de la canción. Sin embargo, nosotros, los que leemos este Salmo, debemos hacer una pausa y empaparnos de la verdad del versículo cuatro. Cuando no podemos dormir, el Señor quiere que pasemos tiempo con Él en oración. ¿Alguna vez has considerado que una de las razones por las cuales no puedes dormir es porque el Señor quiere que te comuniques con Él en oración?
El Salmo 4: 8 nos dice que David venció el insomnio. “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. Cuando también tú luches con el insomnio, no te preocupes. Pasa tiempo en oración, concéntrate en la grandeza de Dios y confía en que Él trabajará en tus necesidades.