Menta

by Pastor John Fredericksen

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Me gusta la menta. Tiene un sabor refrescante y puede ayudar a refrescar el aliento cuando lo necesita, haciéndolo más adecuado para interactuar en público. La menta también sirve como ilustración o recordatorio de lo que debemos esforzarnos por ser para el Señor.

Entre las alabanzas de Pablo a Filemón estaba que “en ti han sido confortados los corazones de los santos” (Fil. 7). Este precioso santo había elegido ser como una menta para todos los creyentes con quienes entró en contacto. Es maravilloso leer sobre este tipo de testimonio y lo que lo hizo tan reconfortante para los demás. Demostró un sentido de “amor y fe… hacia todos los santos” (v. 5). Cuando estas características están presentes y genuinas, se manifiestan en una calidez e interés por los demás que es inconfundible. También será obvio en el tono y contenido de cada palabra que salga de la boca.

Filemón era accesible incluso en asuntos delicados. Pablo se sintió libre de ser valiente al pedirle que recibiera con bondad y amor a alguien (Onésimo) que le había hecho daño (vv. 10-16). Esta cualidad de ser accesible engendró respeto, cercanía y libertad en las relaciones que hicieron de Filemón una bendición para los demás.

Se podía esperar que Filemón respondiera de manera espiritual correcta. Pablo tenía “confianza” (v.21) en que Filemón haría lo correcto, de la manera correcta y con el espíritu correcto. No es de extrañar, entonces, que este creyente refrescara a los santos que lo rodeaban, incluido el apóstol Pablo. Filemón era un creyente de la gracia que no sólo creía en la doctrina de la gracia, sino que vivía y demostraba la gracia.

Al considerar este ejemplo piadoso, debemos aplicar estas verdades preguntándonos si realmente queremos ser el tipo de santo que es como una refrescante menta espiritual. ¡Deberíamos querer ser este tipo de santos! Una buena manera de comenzar es pedirle al Señor que nos ayude a desarrollar el tipo de carácter cristiano que nos haga reconfortantes para otros santos: amorosos, accesibles y tan receptivos a las Escrituras que otros puedan tener confianza en nuestras acciones y reacciones. Si este es su oración y el deseo de su corazón, lo alentamos a buscar versículos en las cartas de Pablo que lo capacitarán aún más para convertirse en este tipo de ejemplo piadoso.