La justicia de Dios

by Pastor Cornelius R. Stam

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Hay muchas palabras teológicas que la mayoría de la gente, incluso la mayoría de los cristianos, no comprende. Entre ellas se encuentra la palabra bíblica “justicia”. Sin embargo, en realidad esta palabra es muy simple y debemos entender acerca de la justicia de Dios incluso antes de aprender de Su amor.

Justicia es simplemente una antigua palabra para referirse a lo correcto. Cuando decimos que Dios es justo, simplemente queremos decir que lo que Él hace siempre es correcto; que Él no hará ni puede hacer nada que no esté bien. Por eso Pablo declara en Romanos 1:16, 17:

“No me avergüenzo del evangelio de Cristo, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…PORQUE EN ÉL SE REVELA LA JUSTICIA [rectitud] DE DIOS…”

Estamos orgullosos de proclamar el evangelio de la gracia de Dios porque enfatiza la justicia de Dios. El evangelio no nos dice que Dios pasará por alto nuestros pecados o les hará un guiño y nos llevará clandestinamente al cielo. No nos dice que Él nos perdonará si nos arrepentimos lo suficiente o si hacemos suficientes buenas obras para contrarrestar nuestros pecados. De ninguna manera.

El “evangelio de la gracia de Dios” se basa en Su rectitud. Es el maravilloso mensaje de que “Cristo murió por nuestros pecados”, que Él mismo pagó por ellos para poder ofrecernos justamente el perdón y declararnos justos.

Romanos 3:26 lo expresa maravillosamente. Allí el apóstol declara que, dado que Cristo pagó por nuestros pecados en el Calvario, Dios ahora puede “ser justo y justificador de aquel que cree en Jesús”.

Durante siglos los religiosos se han dicho entre sí: “Debemos lamentarnos verdaderamente de nuestros pecados y hacer todo el bien que podamos y seguramente Dios nos perdonará y aceptará”. Pero este no es el evangelio. El evangelio nos da una base más sólida sobre la cual plantar nuestros pies. Le dice a cada hombre, mujer y niño: “Vuestros pecados fueron PAGADOS por Cristo en el Calvario. Confía en Él y serás salvo”. Esto es verdaderamente evangelio [buenas noticias], porque se basa en el pago justo de la pena por el pecado.