El Niño Jesús Y El Señor De Gloria

by Pastor Cornelius R. Stam

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Cada año, en Navidad, el “niño Jesús” es objeto de discusión y atención. De hecho, durante todo el año el Niño en los brazos de su madre y el Sufriente moribundo en la cruz se mantienen constantemente ante las masas, mientras que la resurrección de nuestro Señor, la ascensión y la gloria presente en el cielo reciben poca atención. Esto se debe a que muy pocos han tomado nota del gran mensaje del apóstol Pablo acerca del Señor glorificado en el cielo. En 2da Cor. 5:16, el Apóstol escribió:

“…y aun si a Cristo hemos conocido según la carne, ya no lo conocemos así ”.

Es triste que tantas personas todavía conozcan sólo a “Cristo según la carne”. Les encanta hablar de las “historias evangélicas” sobre el “Hombre de Galilea”, pero se sienten extraños en las grandes epístolas de San Pablo.

Pablo fue el apóstol de esta presente “dispensación de la gracia de Dios”. Es él quien presenta a Cristo en su gloria presente como el gran Dispensador de la gracia redentora, por los méritos que ganó en el Calvario. En Ef. 1:15-23 hemos registrado para nosotros la oración del Apóstol para que se nos dé “el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Cristo” para que podamos llegar a experimentar…

“Cuál es la extraordinaria grandeza del poder [de Dios] para con nosotros los que creemos, según la operación de su gran poder

La cual realizó en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le puso a su diestra en los lugares celestiales.

Muy por encima de todo principado, potestad, potestad, dominio y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo [edad], sino también en el venidero” (Efesios 1:19-21).

Demos gracias a Dios porque el niño Jesús murió por nuestros pecados y se convirtió en el Salvador resucitado y vivo a la diestra de Dios, abundantemente “capaz también de salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios” (Heb. 7:25).