El 2 de diciembre de 2002, Enron se declaró en bancarrota, sumiendo a miles de empleados e inversionistas en la ruina financiera. Enron fue fundada como una compañía de oleoductos de Houston, pero se transformó en una corredora que comercializó productos energéticos. Para ocultar un índice de deuda no saludable, la compañía creó un complejo esquema para inflar su patrimonio neto en relación con su deuda. Al hacerlo, se convirtieron en el ejemplo más evidente de crímenes corporativos del país y en la falsificación de datos corporativos. Tal vez lo más escalofriante es que los ejecutivos cosecharon millones en ganancias de las acciones de Enron mientras prohibían a los empleados cobrar sus acciones mientras esta inversión todavía tenía valor.
A medida que se cierra el Libro del Apocalipsis de Juan, se da una advertencia solemne sobre cualquier cambio que se pudiera realizar a este documento sagrado. La evidencia dice específicamente: “Yo advierto a todo el que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están escritas en este libro, y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida” “(Apocalipsis 22:18-19). Nos damos cuenta de que los creyentes de hoy tienen absoluta seguridad eterna. Esta advertencia se aplica específicamente al Libro de Apocalipsis, y las consecuencias se aplican únicamente a las de los Hechos o la era de la Tribulación. No obstante, la gravedad de cambiar la Palabra de Dios es muy clara. Además, es muy notable que Dios repitió esta advertencia a Israel para que no cambie su Palabra. En Deuteronomio 4:1-2, se usaron casi las mismas palabras de advertencia a Israel, diciéndoles que deben obedecer los estatutos de Dios y que no “añadan a las palabras que yo les mando, ni quiten de ellas”.
Sobre la base de estas repetidas advertencias, los cristianos deberían considerar cada palabra en la Escritura como altamente sagrada. Es un asunto gravemente serio alterar cualquiera de las Palabras de Dios. Por lo tanto, debería inquietarnos cuando las traducciones modernas cambian miles de palabras y sugieren despectivamente en sus notas que Marcos 16:9-20 no debería incluirse en nuestra Biblia. Debería ser inaceptable para nosotros cuando las traducciones inexactas falsifican el documento de las Escrituras. Este escritor cree la traducción de las Escrituras más cercana es la versión del Antiguo Rey Santiago, basada en el Texto Mayoritario. Según los informes, está escrito en un nivel de vocabulario de quinto grado. Particularmente con un diccionario o concordancia en la mano, casi cualquiera puede entenderlo con facilidad. Todos debemos venerar la Palabra de Dios tanto como Él lo hace y no debemos adoptar el cambio en las escrituras sagradas.