¿Por pué Pablo fue tan efectivo? – I Corintios 9:22

by Pastor John Fredericksen

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Tenemos unos amigos cristianos que tienen una relación cercana con un maestro bíblico excepcional. Cuentan en especial de un encuentro con este maestro. En ese momento, el esposo aceptó a Cristo como Salvador. Pero la esposa aún no había sido salvada y estaba un tanto recelosa de dejar ir las doctrinas aprendidas en su iglesia cuando era niña. Pero el maestro se acercó a ella buscándola, compartiendo una comida con ella y su esposo, siendo muy amable y compartiendo amorosamente las Escrituras que ella necesitaba. El resultado final fue que esta mujer aceptó a Cristo como su Salvador y se convirtió en una fiel creyente. La pareja se hizo amiga de por vida del maestro, usado por el Señor para cambiar sus vidas.

¿Te has preguntado alguna vez cómo el apóstol Pablo tuvo un ministerio tan efectivo durante su vida?  Él da su testimonio acerca de esto en las Escrituras. Comenzó con un compromiso genuino con las almas perdidas. Pablo nos dice “… tengo una gran tristeza y un continuo dolor en el corazón: porque desearía yo mismo ser separado de Cristo por el bien de mis hermanos …” (Romanos 9:2-3). Las almas perdidas parecen ser capaces de notar cuando uno se preocupa profundamente por su bienestar espiritual. Pablo estaba listo para compartir el evangelio para la vida eterna “a tiempo y fuera de tiempo” (II Timoteo 4:2). No importaba dónde estuviera, desde prisión o palacio, constantemente daba el mensaje de salvación solo por gracia. Él sembró la semilla del evangelio con suficiente frecuencia como para que muchos fueran salvos. Pablo dijo: “Me hice siervo de todos para ganar a más” (I Corintios 9:19). Su actitud fue la de rendirse como esclavo voluntariamente al Salvador. Luego, voluntariamente y humildemente atendió sus necesidades espirituales. Pablo se acercó a los perdidos de una manera agradable, encontrando un terreno común para tener una mayor credibilidad al presentar el evangelio. Él dice, “… Para los judíos me hice judío, a fin de ganar a los judíos… para los que están bajo la ley me hice como bajo la ley … a todos he llegado a ser todo, para que de todos modos salve a algunos” (I Corintios 9:20-22). Pablo también fue incansable, trabajando noche y día (Hechos 20:31, I Tesalonicenses 2:9, 3:10), preocupándose y orando por los que llevaba a Cristo.

Si deseas ser utilizado por el Señor, sigue el patrón utilizado por el apóstol Pablo y el maestro que llegó a la vida de nuestros amigos.