Después que un muchacho fuera rescatado de ahogarse en un pantano fangoso, un noble escocés llegó para agradecer y recompensar al granjero por salvar a su hijo. Cuando este rechazó la recompensa, el noble le pidió permiso para tomar al niño del granjero y darle la mejor educación disponible. El granjero aceptó su pedido. Su hijo se graduó en la escuela de medicina y más tarde se hizo conocido como Sir Walter Fleming, el descubridor de la penicilina. Años después, el hijo del noble sufrió una neumonía, pero la penicilina lo salvó. El nombre del hijo del noble era Winston Churchill.1 Muchos creen que “lo que uno siembra es lo que uno cosecha”. Con eso quieren decir: “las acciones de una persona, ya sean buenas o malas, tendrán consecuencias para esa persona” 2.
Apocalipsis 16 describe las siete copas de la ira de Dios que se derramarán en la última mitad de la Tribulación. Estas claramente deben ser vistas como consecuencias justas para los pecados que las almas perdidas cometen durante estos siete años del juicio de Dios. El primer juicio vil producirá una “llaga dolorosa” sobre aquellos que toman la marca de la bestia (vs.2). Esto representa su enfermedad espiritual o adoración falsa que es pútrida para el Señor. El segundo juicio vil hace que el mar se convierta en “sangre como de muerto” (vs.3). Su capricho deliberado será el hedor en las fosas nasales de Dios. Por lo tanto, van a oler este hedor en el mar. El tercer juicio vil hace que todos los ríos y fuentes de agua dulce se conviertan en “sangre” (vs.3). La explicación inequívoca del ángel es que esto sucede porque “derramaron la sangre de los santos y de los profetas” (vs.6). El cuarto juicio vil producirá un “intenso calor” abrasador que quemará a la humanidad, los alimentos y los hogares. La respuesta de aquellos que sufren este juicio no será un arrepentimiento humilde, ni recurrir a Dios con la fe. Esto es porque “blasfemaron el nombre del Dios” (vs.9), lo que indica que este calor sin precedentes del sol es la consecuencia de las palabras calientes de desafío y blasfemia en contra del único Salvador, el Señor Jesucristo. El quinto juicio vil producirá oscuridad y dolor intenso, indicando el dolor infringido en el corazón de Dios por su adoración en la oscuridad espiritual. El sexto juicio vil secará el Éufrates, para preparar a la llegada del resto de los juicios.
La Palabra de Dios enseña el principio de que las personas cosechan lo que siembran, ya sea en esta vida o en la eternidad (comparar con: Gálatas 6:7, II Corintios 5:10, Apocalipsis 20:11-12). ¿Qué tipo de semilla estás plantando y qué tipo de fruta esperas cosechar? Solo debes confiar en Cristo para recibir la vida eterna.