Gracia del Calvario

by Pastor Cornelius R. Stam

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Si desea disfrutar de un verdadero festín espiritual, busque una concordancia en la Biblia y busque la palabra “gracia”. Primero note con qué frecuencia se encuentra esta palabra en los cuatro evangelios: solo cuatro veces y solo una vez en un sentido doctrinal. Luego observe con qué frecuencia se usa en las epístolas de Pablo (menos de la mitad del tamaño de los cuatro evangelios). Aquí se encuentra más de cien veces y prácticamente siempre en sentido doctrinal, sobre el amor y la misericordia de Dios hacia los pecadores y hacia los suyos. Piénselo: sólo una vez se hace referencia doctrinal a la gracia en los cuatro evangelios, sin embargo, en las epístolas de Pablo, de menos de la mitad de su volumen, se usa más de cien veces.

Esto se debe a que San Pablo fue el apóstol elegido por Dios para dar a conocer Su gracia a los pecadores. En Hechos 20:24 habla del “ministerio que he recibido del Señor Jesús, de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”.

Pero ¿sobre qué base podría Dios, a través de Pablo, proclamar la salvación por gracia gratuita a los pecadores? Ah, ahora toma tu Biblia y comienza a buscar esos pasajes que se refieren a la cruz, la muerte y la sangre de Cristo, notando nuevamente que si bien Pablo en realidad no relata la historia de la muerte de Cristo, tiene más, mucho más, que decir. sobre esa muerte y lo que logró, que cualquier otro escritor de la Biblia. Conmocionaría el corazón de cualquier cristiano sincero leer las epístolas de Pablo y ver cuántas buenas noticias proclama Pablo sobre la base de la muerte de Cristo. Por eso su mensaje se llama “la predicación de la cruz”, las buenas nuevas de Dios sobre lo que el Calvario ha logrado por nosotros (1 Cor. 1:17-23).

En las epístolas de Pablo aprendemos que mediante la muerte de Cristo por nosotros en el Calvario los creyentes son “justificados”, “aceptados” por Dios y declarados “completos en Cristo”. Por Su muerte son reconciliados con Dios en un solo cuerpo, se les da una posición a la diestra de Dios en los cielos más altos y se les asegura “las abundantes riquezas de Su gracia” en “los siglos venideros”: ¡esto y más! Riquezas de gracia que fluyen del Calvario; ésta es la esencia misma del glorioso mensaje que Pablo fue levantado para proclamar. Lee sus epístolas y verás.