¿Estás Sobrio? – Tito 2:1-4

by Pastor John Fredericksen

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Cuando estaba en la escuela secundaria, desde el primer día que salí a hacer deporte, decidí que iba a esforzarme al máximo. No importaba si algunos en el equipo flojeaban cuando hacían ejercicios de acondicionamiento o practicaban para la competencia. Iba a tener un enfoque serio para dar todo de mi en cada paso del camino.

En las instrucciones de Pablo para Tito acerca de cómo vivir una vida cristiana dedicada, cuatro veces en el capítulo dos mencionó que estaba “sobrio”. La palabra “sobrio” significa “ser sensato, serio o vigilante”. Lo primero que Tito le dice a los “hombres ancianos” es que iba a ser “sobrio” (vs.2). Tal vez esto sea necesario porque en años anteriores tendríamos a defraudar a nuestra guardia espiritual. Nos cansamos, ya no tenemos hijos en la casa para influenciar adecuadamente, y quizás pensamos más de lo que deberíamos en vivir para complacernos en nuestros últimos años. Pero, incluso los hombres mayores necesitan aliento para estar atentos, instruir sobrios, en sus pensamientos sobre vivir para Cristo y servirle. Tito debía enseñar a las mujeres ancianas a enseñar “a las mujeres jóvenes a estar sobrias …” (vs.3-4). A menudo, ocurre que las niñas y mujeres más jóvenes se concentran demasiado en actividades sociales divertidas, ropa y modas pasajeras. Estas jóvenes necesitaban instrucciones para ser más serias, vigilantes o sobrias, con la mentalidad de crecer para ser esposas y madres piadosas. Tito debía hablar a “los jóvenes también exhortarlos a ser sobrios …” (vs.6). La tentación es fuerte para que los hombres jóvenes se preocupen por los entretenimientos mundanos, la ambición de riquezas o la búsqueda de mujeres. Pablo quería que Tito desafiara a los jóvenes en su esfera de influencia para que tuvieran una mentalidad seria acerca de ser un patrón de buenas obras para la causa de Cristo, resonando en la doctrina, sinceridad y en las buenas conductas. Estas cualidades producirían una piedad que eliminaría la crítica de las almas perdidas. Entonces Pablo le dijo a Tito que la gracia de Dios se ha “manifestado a todos los hombres 12 enseñándonos a vivir de manera prudente, justa y piadosa…” (vss.11-12). Cada creyente, independientemente de su edad o sexo, tiene una necesidad urgente de estar armado seriamente para vivir una vida piadosa ante el Señor y los demás.

Estos cuatro recordatorios deben hacer que cada uno de nosotros evalúe cuán sobria es nuestra caminata con el Señor en este momento. Que el Señor nos encuentre en seriedad acerca de vivir para Él y acerca de transformarnos por su gracia todos los días.