El veneno del chisme – Proverbios 11:13

by Pastor John Fredericksen

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El sitio web The Wartburg Watch 2014 publicó un artículo desgarrador titulado, “Cuando Se Pierde la Confianza en el Pastor: Mi Testimonio de Traición”. La autora da su testimonio de cuando abrió su corazón al nuevo pastor mientras buscaba refugio en la iglesia. Algún tiempo después, ella compartió su preocupación al saber que un pedófilo condenado asistía sin supervisión. El pastor le respondió con frialdad y cortante. Luego contactó a un antiguo pastor, divulgó información confidencial y más tarde compartió lo mismo con otros en la iglesia. El resultado fue devastador. Vivimos en una época en que la calumnia, el chisme y las acusaciones falsas son frecuentes en la prensa sensacionalista. Las personas en los medios parecen pensar que pueden actuar de esta manera sin consecuencias. Desafortunadamente, los creyentes muy a menudo reflejan hoy este tipo de conducta.

La Biblia no calla sobre el tema. Proverbios 20:19 describe a quienes que no guardan la confidencialidad: “El que anda en chisme revela el secreto …”. Esta verdad se enfatiza por repetición. Proverbios 11:13 explica: ” El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo”. Se ha convertido en algo común, incluso en los círculos cristianos, los líderes del ministerio, diseminar inmediatamente cualquier suciedad que escuchan. A menudo buscan información haciendo preguntas. Proverbios 16:27 describe el carácter de aquellos que practican este pecado: “El hombre perverso cava en busca del mal, y en sus labios hay como llama de fuego”. Es tan simple como eso. Es impío y pecaminoso traicionar las confidencias, difundir rumores o mentiras, o hacer preguntas para tener algo de que cotillear. Las consecuencias de esta acción se encuentran en el siguiente verso: “El hombre perverso siembra la contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos” (16:28). Proverbios 18: 8 dice: ” Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas.” Muchos han perdido amigos, y muchos dejan de asistir a las iglesias cuando los chismosos tejen su red maligna. Cuando se infligen tales heridas, las relaciones son irreparables.

La solución de Dios a este problema está en Proverbios 26:20: “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda”. ¿Has sido culpable traición? Si es así, honra a Dios confesándole esto a tu víctima. Esto te impedirá repetir el pecado. Cuando otras personas te cuenten historias sobre otros, diles que deseas llamar de inmediato a esa persona para informarle sobre un rumor que se propaga a su costa. Esto será un impedimento para otros sigan. Detengamos el ciclo de chismes.