El sacerdocio levítico cambiado – Hebreos 7:11-24

by Pastor John Fredericksen

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Tenemos una amiga muy cercana que se crió con una fuerte lealtad a la Iglesia Católica. Todos los días ella rezaba fielmente el rosario, hacía la señal de la cruz y asistía a misa. Ella también confesaba “religiosamente” sus pecados a un sacerdote cada semana. Todo esto fue su patrón devoto durante décadas hasta que alguien compartió el evangelio de la gracia con ella y ella fue maravillosamente salvada. Posteriormente, ella aprendió y abrazó el mensaje de gracia, al ver la diferencia entre las instrucciones a Israel y al Cuerpo de Cristo. Estas verdades trajeron un cambio radical, desde la esclavitud previa de los rituales religiosos, hasta la libertad de seguir a Cristo bajo los principios liberadores de la gracia.

En el Capítulo Siete de Hebreos, el autor explicó un cambio dinámico en la adoración apropiada para Israel aun cuando todavía estaba bajo la Ley de Moisés. Debido a que “… el sacerdocio levítico …” no era perfecto, hubo una “… necesidad… que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no… según el orden de Aarón” (Hebreos 7:11). En otras palabras, el sacerdocio ministrando a Israel había sido “… cambiado, (y se hizo) necesario también se haga cambio de ley” (vs. 12). El cambio que tomó lugar reemplazó el sacerdocio de la tribu de Leví con el sacerdocio del Señor Jesucristo. La debilidad del sacerdocio levítico no era solo que los simples sacerdotes humanos practicaban el pecado inherentemente, sino que también su ministerio finalmente se vio limitado por la muerte física. Sin embargo, Dios el Padre ordenó el nuevo sacerdocio de Cristo “el poder de una vida indestructible” (vs.16). Aquellos en el sacerdocio levítico no podían continuar en el ministerio “…debido a la muerte” (vs.23), pero el Señor Jesús “continúa [por] siempre” teniendo “un sacerdocio perpetuo” porque “puesto que vive para siempre para interceder por ellos” (vss.24-25). Esta información sobre un nuevo sacerdocio en Cristo tenía la intención de mover a los judíos salvos a adorar a Jehová de una nueva manera. En lugar de adorar a través del sacerdocio levítico, ahora debían adorar a Dios directamente a través del sacerdocio del Señor Jesucristo. Además, debían hacerlo con la confianza de que el Salvador “… puede salvar por completo…” (vs.25).

Del mismo modo, los cristianos de la actualidad ya no necesitan ningún sacerdocio humano para adorar al Señor. Debemos adorar a Dios directamente a través del Señor Jesús y estamos libres de todos los rituales religiosos. También debemos vivir vidas cambiadas de piedad, devoción y consistencia, mientras esperamos su regreso para llevarnos al cielo. ¿Estás cambiando de esta manera?