El proceso de refinación de Dios – Job 23:10

by Pastor John Fredericksen

Print This Article

En 1978, los doctores descubrieron cáncer en el ojo izquierdo de Ron Hamilton y determinaron que su ojo necesitaba ser removido. Justo antes de someterse a la cirugía, Ron tuvo en mente un verso reconfortante que luego se convirtió en el tema de una canción que escribió: “Rejoice in the Lord”. Declara: “Dios nunca actúa sin propósito o un plan cuando intenta moldear al hombre como su siervo. Da gracias al Señor, aunque tus pruebas parecen largas. En la oscuridad, Él da una canción. Regocíjate en el Señor porque Él no se equivoca; Él conoce el final de cada camino que tomo. Porque cuando sea probado y purificado, pareceré bañado en oro.”1

Muchos de nosotros nos hemos preguntado por qué un camino de pruebas, angustia o dificultad física ha entrado en nuestras vidas. Parte de la respuesta se encuentra en la vida de Job. En un brutal ataque de Satanás, el fiel y piadoso Job perdió a sus hijos, su riqueza y su salud. Con agonizantes furúnculos desde la coronilla de la cabeza hasta las plantas de los pies, se sentó en la miseria, raspándose las llagas con una olla de barro rota. Su esposa lo instó a maldecir a Dios y morir. Sus amigos que vinieron a consolarlo lo acusaron de ser castigado por Dios por algún pecado oculto, lo cual no fue el caso. Durante un tiempo, en su desaliento y desesperación, “sintió” como si Dios lo hubiera abandonado. Él dijo: “¡Oh, si yo pudiera saber dónde hallar a Dios! … Si voy al oriente él no está allí; y si voy al occidente no lo percibo” (Job 23:3-8). Afortunadamente, eventualmente se dio cuenta de que Dios no se había equivocado al permitir sus abrumadoras circunstancias. Al igual que Ron Hamilton, llegó a la conclusión de que Dios estaba permitiendo que estas circunstancias dolorosas lo convirtieran en un hombre aún más fuerte y más piadoso. En Job 23:10 dice: “Sin embargo, él conoce el camino en que ando; cuando él me haya probado saldré como oro”. En fe, Job eligió ver Sus dolorosas circunstancias como un proceso de refinación para eliminar la escoria y las imperfecciones en su vida. Dios permite las pruebas, no para arruinarnos, sino para refinarnos. Así como las materias primas se transforman en acero por fuego intenso, Dios busca transformarnos a su imagen al permitir estas pruebas. No te desesperes ni te alejes de Dios. Permite que tu prueba te acerque más a Él y elimina lo que no es digno de Su nombre.