Millones de personas, incluso personas religiosas, temen a Dios y luchan por ganarse Su favor. Suponen que la salvación es la recompensa de mostrarle suficiente amor. Si tan solo creyeran lo que Dios mismo dice, que si alguna vez somos salvos será enteramente porque Él nos amó y en su gracia proveyó para nuestra salvación.
El Apóstol Pablo, en la Biblia, llamó a Dios “el Dios de amor” (II Cor. 13:11) y Juan declaró que “Dios ES amor” (1 Juan 4:8). Así Juan continúa diciendo:
“Aquí está el amor, no en que amemos a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo en propiciación [satisfacción] por nuestros pecados” (1 Juan 4:10).
Esta es la razón por la que la salvación se llama tan a menudo un “regalo” en la Biblia. Es la expresión del amor de Dios a los pecadores. Y así Pablo nos dice:
“[Nosotros] éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás, PERO DIOS, QUE ES RICO EN MISERICORDIA, POR SU GRAN AMOR CON QUE NOS AMÓ, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, ( por gracia sois salvos)” (Efesios 2:3-5).
“…después de que se manifestó LA MISERICORDIA Y EL AMOR DE DIOS NUESTRO SALVADOR PARA CON LOS HOMBRES, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino según SU MISERICORDIA nos salvó…” (Tit. 3:4,5).
¿Significa todo esto que Dios pasa por alto el pecado o lo aprueba? ¡De ninguna manera! En Su amor, Él pagó por nuestros pecados en la cruz del Calvario “para que Él sea el Justo, y el que Justifica al que es de la fe de Jesús” (Rom. 3:26). Por eso leemos en Rom. 5:8:
“…DIOS MUESTRA SU AMOR PARA CON NOSOTROS, EN QUE SIENDO PECADORES CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS.”