Cristo viviendo adentro – II Cor. 13:5

by Pastor John Fredericksen

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Cuando tenía seis años, mi madre estaba embarazada de mi hermano menor. Me dijeron: “Vas a tener un hermanito o una hermanita, y ese bebé está dentro del vientre de tu madre”. Ese fue un concepto difícil de entender para mí. También generó una serie de preguntas sobre cómo, cuándo todo esto tendría lugar. Pero entendí que era un evento importante que iba a cambiar nuestra dinámica familiar.

A lo largo de las cartas del apóstol Pablo, él expresa un concepto algo paralelo. En II Corintios, él hace la pregunta: “¿no conocen en cuanto a ustedes mismos que Jesucristo está en ustedes?” (13: 5). Cuando se les declaró por primera vez a estos santos, ellos también pudieron haber estado confundidos y tener muchas preguntas. Se les había enseñado que el Señor Jesucristo había muerto por sus pecados y resucitó para ascender al cielo donde Él está sentado actualmente a la diestra del Padre hasta que regrese para llevarnos a los cielos. ¿Cómo entonces podría estar Él dentro de estos creyentes, a menudo pecadores, en Corinto?

Varios pasajes explican aún más cómo Cristo vive en los creyentes en la actualidad. La descripción de Pablo es, “que Cristo… [habita] en sus corazones por medio de la fe…” (Efesios 3:17). Cristo vive dentro de nosotros en un sentido figurado en el momento en que confiamos solo en Él para nuestra salvación eterna. Él todavía está sentado en los cielos, pero, como Dios omnipresente, también vive en el corazón de sus hijos de fe. En el momento en que confiamos en Él, instantáneamente somos “bautizados en su muerte …” (Romanos 6:3-4), su sepultura y resurrección (8:9-11). El bautismo por el Espíritu Santo es una identificación de su sacrificio por nuestros pecados y una nueva posición en su justicia. Entonces, estamos en Él, identificados con Su justicia, y Él en nuestros corazones por la fe. Pero Cristo también está en cada creyente a través del Espíritu Santo. Pablo explica: “ustedes no viven según la carne sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en ustedes. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, no obstante el espíritu vive a causa de la justicia.” (Romanos 8:9- 10).

Es una verdad maravillosa que Cristo, el creador de todo el universo, vive en todos nosotros. Tenemos la presencia de Dios el Hijo dentro de nosotros donde quiera que vayamos. Nunca estamos solos, Esta verdad nos da motivos para regocijo, santidad, compañerismo constante con Cristo y para servir a su causa.