Cansado de hacer lo correcto – II Tes. 3:13

by Pastor John Fredericksen

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Chesley Christian escribió en Facebook sobre un amigo cristiano al que llamaremos Dan. Dan es considerado un cristiano sólido que ha estado abstinente durante años y está listo para tener una esposa. Sin embargo, se ha impacientado a la espera de que Dios le envíe “la correcta”.1 Cuando una atractiva compañera de trabajo se acercó a Dan para pedirle una breve aventura, él la aceptó. Dan sabía que estaba mal y que la relación no duraría mucho, pero dijo que estaba “cansado de hacer lo correcto” y que tenía “necesidades”.1 Muy triste, Chesley escribió: “Demasiadas veces me he encontrado con cristianos solteros sexualmente tentados, porque estaban cansados de hacer lo correcto por tanto tiempo”.1

Es una realidad que muchos Cristianos se cansan de hacer lo correcto. Incluso después de años de pureza física, leer de la Biblia, mantener una sana doctrina, asistir a la iglesia y servir activamente al Salvador, los creyentes de Cristo comprados por la sangre son propensos a flaquear. Muchos simplemente dejan de hacer lo correcto. Lo mismo era cierto en los días del apóstol Pablo. Él suplicó a los santos: “Y ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien” (II Tesalonicenses 3:13). En otra parte explicó cómo y por qué los cristianos deben permanecer fieles. En Gálatas 6:9, el aliento de Pablo fue: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos”(Gálatas 6:9). Si bien los cristianos a menudo cosechamos la bendición espiritual satisfactoria de hacer lo correcto en esta vida, recibiremos la abundante recompensa eterna si mantenemos nuestros ojos fijos en el premio de la gran vocación en Cristo. Como alguien dijo una vez: “No debemos sacrificar lo permanente en el altar de lo inmediato”. Pablo también señaló la motivación de oportunidad y responsabilidad en el ministerio. Les dijo a los corintios: “Por esto, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que nos fue dada, no desmayamos” (II Corintios 4:1). Debemos permanecer fieles porque otros cuentan con nuestra fidelidad. Además, a veces, cuando titubeamos, nunca regresamos al camino adecuado, ni conseguimos nuevamente la oportunidad de servir efectivamente a Cristo como antes. Pablo también les recordó a los santos su fuente de fortaleza al decirles: “…aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día” (II Corintios 4:16). Dios no espera que continuemos haciendo lo correcto con nuestras propias fuerzas. Él proporciona la fuerza espiritual necesaria cuando seguimos Su Palabra diariamente.

¿Te has cansado de hacer el bien? Lo que está en juego es demasiado alto para salir de las filas de los fieles. Sigue haciendo lo correcto.

Aprovecha la oportunidad de ser mentor de un nuevo creyente siempre que sea posible. Hazlo practicando los principios de seguimiento observados en Pablo.