Mal uso de la libertad – Gálatas 5:13

by Pastor John Fredericksen

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Durante mis años de escuela secundaria, conocí a muchos a los que se les permitía asistir libremente a funciones escolares o simplemente pasar el rato con amigos varias veces por semana. Pero en nuestro hogar, a los adolescentes solo se les permitía salir una noche por semana, sin excepciones. Uno de los problemas de estar tan restringido era que, una vez concedida esa libertad semanal vespertina, mi hermano y yo fuimos al extremo para aprovechar al máximo el tiempo limitado que teníamos. Estábamos abusando de nuestra libertad con muy mala conducta.

Un problema similar existió en la mayoría de las iglesias fundadas por el apóstol Pablo. Muchos que habían sido liberados de la esclavitud rigurosa de la Ley mosaica estaban abusando de su nueva libertad. Pablo quería que “permanezcan firmes en la libertad con la que Cristo nos hizo libres, y no se enreden otra vez con el yugo de la esclavitud” (Gálatas 5: 1). Pero algunos llevaban su libertad a extremos de conducta pecaminosa. Esta es la razón por la cual las cartas de Pablo advierten sobre la inmoralidad, la mentira, el robo, la embriaguez, la falta de ofrendas y más. Pablo les dice: “… hermanos; solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor” (Gálatas 5:13). Dios les había dado una gran libertad a través de la gracia, pero no debían abusar de esa libertad. Estos abusos ofenden a los nuevos creyentes y avergüenzan el testimonio de Cristo. Así que Pablo abordó este problema, diciendo: “Pero miren que esta su libertad no sea tropezadero para los débiles” (I Corintios 8: 9). Además de la conducta pecaminosa, u ofender a otros, existen dos estándares para juzgar el uso adecuado de la libertad. Pablo dijo: “odas las cosas me son lícitas, pero no todo me conviene. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna” (I Corintios 6:12). Si tus elecciones te están haciendo perder autocontrol que te reprime de las prácticas pecaminosas, entonces tus elecciones están equivocadas. I Corintios 10:23 aconseja: “Todo me es lícito, pero no todo conviene. Todo me es lícito, pero no todo edifica”. Si sus elecciones no edifican a otros creyentes en Cristo, también se vuelven un abuso de la libertad.

La libertad en Cristo también puede ser mal usada. Tenemos libertad en nuestras elecciones de ropa, pareja, largo de cabello, bebidas consumidas, frecuencia en las Escrituras y participación de la iglesia. Pero no debemos usar nuestra libertad “para dar ocasión a la carne”. Ten el propósito hoy de que tu libertad solo se use para honrar a Cristo.