“Necesito tu ayuda para entender lo que significan las palabras “No hay para mi bien fuera de ti” en Salmo 16:2”.
Sabemos que este es un salmo mesiánico, porque el Salmo 16:10 habla de la resurrección de Cristo (cf. Hechos 2:27-31). El “bien” del Señor era Su justicia (cf. Sal. 145:7).
David está citando proféticamente algo que el Señor Jesús diría cuando estuvo aquí en la tierra “para el Señor” (Su Padre). Él predice que el Señor oraría y diría que Su justicia no era algo que Él necesitaba dar o impartir a Su Padre, porque Él tenía Su propia justicia. El siguiente versículo continúa diciendo que Su justicia se extendió “a los santos que están en la tierra”. Necesitaban la justicia que sólo el Señor podía darles. El versículo 3 los llama “los integros” porque una vez que el Señor les impartió justicia, se podría decir de ellos que “el justo sirve de guía a su prójimo” (Proverbios 12:26). El Señor dice de los santos en Jerusalén: “es toda mi complacencia” (v. 3) porque una vez que el Señor los hace justos, puede decir de Jerusalén: “el amor de Jehová estará en ti” (Isaías 62:4).