Extraño, ¿no es cierto?, que cuando los hombres tienen éxito, generalmente se acreditan generosamente a sí mismos por su éxito, pero cuando las cosas van mal, comienzan a culpar a los demás, incluso a Dios.
El autor no tiene información actualizada sobre dos terrenos en particular en Moscú, pero hace algunos años uno de ellos era un hermoso jardín, el otro un parche de malas hierbas. Encima de cada uno había un cartel. Sobre uno: “Esta parcela la cuida la República Socialista Soviética Unida”, sobre la otra: “¡Esta parcela la cuida Dios”!
Evidentemente los soviéticos ateos que tramaron esta “brillante idea” no se detuvieron a pensar que sólo Dios podía producir las hermosas flores en la trama de la URSS. Todo su riego y cultivo habría sido en vano excepto por el Dios que niegan.
En cuanto a la otra trama, probablemente ni siquiera sabían que aun en el Edén Dios puso el jardín a cargo del hombre “para que lo labrara y lo guardara” (Gén. 2:15), y más tarde, cuando el hombre pecó, Dios le dijo: Adán, “Maldita será la tierra por tu causa” (Génesis 3:17). ¡Es por eso que los soviéticos deben contratar a un jardinero para controlar las malas hierbas incluso en su jardín! ¡Qué erróneo y tonto, entonces, que el hombre culpe a Dios por cualquier cosa que le salga mal o le cause problemas!
En realidad, cuando me han preguntado: “Si Dios es un Dios de amor, ¿por qué permite todos estos problemas y miserias y toda esta maldad?” He respondido: “Eso es fácil. Cuando Dios envió a Su Hijo a este mundo ofreciendo paz, justicia y prosperidad, ellos gritaron: “Fuera con Él” y lo clavaron en una cruz. Si la Biblia es verdadera, y en este caso seguramente ha probado ser verdad, ¿cómo puede este mundo esperar paz mientras todavía rechazan al Príncipe de Paz?”