“Si alguien afrenta al Espíritu de gracia, ¿perderá su salvación (Hebreos 10:29)?”
“El que menospreció la ley de Moisés murió sin misericordia… ¿cuánto mayor castigo… será tenido por digno el que… ha ofendido al Espíritu de gracia?” (Hebreos 10:28,29).
La única otra vez que se usa la frase espíritu de gracia en la Biblia es en Zacarías 12:10:
“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración…”
Después de que los judíos no salvos en Jerusalén crucificaron al Señor, Dios derramó Su Espíritu de gracia “sobre los habitantes de Jerusalén” (cf. Hechos 2:17,18). Entonces, cuando Hebreos 10:29 pregunta sobre el destino de cualquiera que “ha hecho desprecio del Espíritu de gracia”, está preguntando sobre el destino de los incrédulos en Israel que blasfemaron contra el Espíritu al apedrear a un hombre lleno del Espíritu (Hechos 6: 5; 7:51). Como predijo el Señor, este fue un pecado imperdonable (Mat. 12:31,32).
Sin embargo, nada de esto tiene nada que ver con los miembros del Cuerpo de Cristo, viviendo en la dispensación de la gracia. Blasfemar el Espíritu hoy no es un pecado imperdonable.