Hebreos 2 declara que los incrédulos están, “por el temor de la muerte… durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Ver. 15). Cuantas veces deben preguntarse: “¿Qué será de mí, finalmente será de mí?” Lo mejor que pueden esperar es que Dios sea misericordioso con ellos y finalmente los acepte, pero Dios no puede hacer esto sin una base justa, y dado que los incrédulos han rechazado Su pago misericordioso por el pecado, deben permanecer bajo su condenación. Muchos esperan que la muerte física sea el final para ellos, pero temen que la Biblia sea cierta y que la muerte no sea el final.
Este escritor habló una vez con un barbero profano que se había jactado de ser su propio “Dios”, y lo sería hasta que lo pusieran “seis pies bajo tierra”. A esto respondimos: “La Biblia dice que ‘está establecido que los hombres mueran una sola vez, pero después de esto es el juicio’. Puede que no creas esto, o lo aceptes como la Palabra de Dios, pero no puedes probarlo no es así, y les exhorto a que lo investiguen detenidamente, pidiéndole a Dios que les dé luz”.
Aquí le hacemos una pregunta muy personal al lector: ¿Eres salvo? ¿Ha aceptado a Cristo y Su pago por sus pecados, estando ahora ante Dios “justificado de todas las cosas” y “aceptado en el Amado”? Si no, te rogamos: no te demores. Estos son tiempos serios y quién sabe cuán pronto Dios se llevará a los suyos y pondrá fin a esta dispensación de gracia. Entonces será demasiado tarde, así que le instamos a que enfrente su condición pecaminosa ahora y ponga su confianza en el Señor Jesucristo quien, en infinito amor y gracia, llevó la carga de su culpa y condenación en el Calvario. “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo…” (Hechos 16:31).