Reglas de casa

by Pastor Kevin Sadler

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“Si habéis oído acerca de la dispensación de la gracia de Dios que me es dada para con vosotros” (Efesios 3:2).

La Palabra de Dios debe entenderse en la forma en que Dios reveló Su voluntad a la humanidad. Por lo tanto, necesita ser entendido dispensacionalmente. Existe una amplia división en las Escrituras entre los dos programas de Dios, la Profecía y el Misterio, pero también hay dispensaciones que deben dividirse dentro de él.

El término “dispensación” es la palabra griega, oikonomia, que significa “ley de la casa” o “administración de la casa”. En diferentes momentos y etapas de la Palabra de Dios, Dios dispensó a la humanidad una regla de vida diferente y distinta.

Dentro de cada uno de nuestros hogares tenemos un cierto conjunto de reglas que esperamos que nuestros hijos cumplan. Estas son las reglas de la casa, la ley del hogar. La ley de nuestra casa puede ser diferente a la ley de su casa. Por ejemplo, una vez uno de mis hijos se me acercó y me dijo: “La familia de mi amigo lo hace de esta manera en su casa, ¿no podemos hacer esto?” Mi respuesta fue “Esas son sus reglas. No lo hacemos así en nuestra casa”. Ese es el caso en las dispensaciones de Dios. Cada uno tiene su propio conjunto de reglas de la casa. No debemos tratar de vivir según la ley de la casa que pertenece a otro tiempo y dispensación.

Dentro de cada dispensación de Dios, Dios dispensó un nuevo conjunto de “leyes o reglas de la casa” que debían seguirse, y era responsabilidad de quienes vivían bajo ellas cumplirlas y obedecerlas. Dios ha dado diferentes mandatos a diferentes personas en diferentes momentos a lo largo de las Escrituras.

También es similar a las administraciones presidenciales. Con la administración de nuestro presidente recién electo, habrá cambios en la forma en que gobiernan y operan con respecto a la administración anterior. Es lo mismo con las dispensaciones de Dios. Dios, de acuerdo a Su voluntad, en diferentes momentos de la historia, reveló una nueva administración en la cual hubo cambios en la forma de vivir del hombre y lo que se requería para ser salvo.

Hoy estamos bajo “la dispensación de la gracia de Dios”. Esta administración actual es una administración de gracia. La casa está administrada por gracia. La gracia domina todo sobre esta dispensación bajo la cual vivimos. Nuestra salvación es por gracia, nuestro andar es un andar de gracia, somos bendecidos por gracia, nuestro hablar es con gracia, y cantamos con gracia en nuestro corazón, etc. Hay innumerables principios que se aplican a lo largo de la Palabra de Dios, pero las letras de Pablo nos proporciona nuestras “reglas de la casa” por las que debemos vivir directamente en esta dispensación de la Gracia.


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