Un extracto del nuevo folleto del pastor Kevin Sadler, basado en el episodio 70 de Transformados por Gracia (Transformed by Grace). También puedes ver el episodio 70 en YouTube.
“Este Moisés a quien rechazaron, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez? A este mismo Dios envió por gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza.
“Los sacó, después de haber hecho prodigios y señales en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años.
“Este es aquel Moisés, que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará Jehová vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como yo; a él oiréis.
“Este es el que estaba en LA IGLESIA (Congregación) EN EL DESIERTO con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, el cual recibió palabras vivas para darnos” (Hechos 7:35-38).
Hoy existe mucha confusión sobre el uso bíblico de la palabra iglesia. Sin entender el término a la luz de las Escrituras, muchas personas concluyen que esta palabra se refiere a un edificio que se utiliza para el culto.
La Biblia enseña que la iglesia no siempre es un edificio, sino que los creyentes mismos son la iglesia. Otros suponen que cada vez que encuentran la palabra iglesia en las Escrituras, se refiere a ellos o a la verdad sobre ellos; Esto tampoco es cierto, esta suposición puede llevar a muchos errores prácticos y doctrinales.
Primero, debemos establecer la definición de la palabra iglesia en la Biblia. La palabra iglesia, cada vez que la encontramos, no siempre significa lo mismo, y no siempre se refiere al mismo grupo de personas. Como ocurre con muchas palabras bíblicas, es fundamental observar el contexto en el que se usan para comprender su significado.
La Biblia se refiere a varias iglesias diferentes. Primero, en Hechos 7 encontramos una referencia a una iglesia, pero no es la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Es una iglesia diferente. Hechos 7 se refiere a “la iglesia en el desierto”, refiriéndose a los días de los libros de Éxodo y Números en la Biblia. Vemos aquí que Dios tenía una “iglesia” mucho antes de que Cristo dijera: “sobre esta roca edificaré mi iglesia” en Mateo 16:16-18. ¿Quién es esta iglesia en Hechos 7?
Esteban, en su discurso ante los líderes religiosos de Israel, explicó cómo el pueblo de Israel inicialmente “rechazó” el liderazgo de Moisés (Hechos 7:35), pero luego lo aceptó y lo siguió fuera de Egipto “después hizo prodigios y señales”. (v. 36). Luego, Dios le dio “palabras de vida” a Moisés en el monte Sinaí “para que nos los diera” (v. 38). El “nosotros” es Israel.
Aquí la palabra iglesia se refiere al pueblo de Israel en el desierto después de su liberación de Egipto. Así, aprendemos que hubo una “iglesia” en el pasado. Esta iglesia en el desierto tenía leyes, requisitos e instrucciones específicamente para ellos. Tenían un lugar para adorar en el tabernáculo. Tenían a Moisés como su líder. Esta iglesia era Israel.
Cuando leemos acerca de esta iglesia en el Antiguo Testamento, no se refiere a nosotros. No es la iglesia de esta dispensación de gracia. Era una iglesia diferente, un grupo diferente de personas que vivían bajo la ley.
La palabra iglesia se traduce de la palabra griega ekklesia, y simplemente significa un grupo llamado o una asamblea llamada a salir. Es un término general y puede usarse para describir cualquier grupo de personas, desde una turba enojada (Hechos 19:32,41) hasta un grupo de santos reunidos para adorar….
El contexto siempre dejará claro qué iglesia está a la vista. Israel era una iglesia, un grupo llamado a salir. Fueron llamados a salir de Egipto y del mundo para ser un pueblo especial para Dios. Hoy somos un grupo especial de personas llamado a salir. Somos llamados, no como una nación elegida como lo fue Israel, sino que somos llamados a ser miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo.
Nosotros también somos una iglesia, pero no somos Israel. Israel era una iglesia, pero no eran el Cuerpo de Cristo. Estos deben mantenerse separados. Al hacer esto, aclara muchos malentendidos acerca de las instrucciones de Dios para Israel bajo la ley, así como sobre las instrucciones de Dios para el Cuerpo de Cristo bajo la gracia. Cuando dividimos (trazamos) correctamente entre estos dos, entendemos la Biblia mucho más claramente.