El consejo de la bondad

by Pastor Ricky Kurth

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“Y sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32).

Si bien probablemente todo el mundo tenga una idea de lo que significa ser amable, ¡la definición precisa de bondad puede sorprenderte! Comencemos viendo cómo la Biblia define esta palabra, al comparar Escritura con Escritura:

En II Crónicas 10, Roboam acababa de heredar el trono de Israel tras la muerte de su padre Salomón (9:29-31). Cuando el pueblo le preguntó si aliviaría la carga financiera que su padre les había impuesto (10:1-5), Roboam “consultó con los ancianos que habían estado delante de Salomón” (v. 6). Estos ancianos respondieron sabiamente:

“Si fueras bondadoso con este pueblo, y le agradaras, y le hablaras buenas palabras, serán tus siervos para siempre” (v. 7).

Sin embargo, el pasaje paralelo en 1 Reyes 12 registra sus palabras de manera diferente:

“Si hoy quieres ser siervo de este pueblo, y les sirves, les respondes y les hablas buenas palabras, ellos serán tus siervos para siempre” (v. 7).

Lejos de ser una discrepancia, esta variación en lo que se escuchó decir a estos hombres ese día es la manera en que Dios define la bondad. Ser amable con un hombre significa ser su sirviente. Esto concuerda con la definición de Webster de la palabra “amable”: “Dispuestos a hacer el bien a los demás y hacerlos felices accediendo a sus peticiones, satisfaciendo sus necesidades…”, etc.

¿Qué tan importante es la bondad? Cuando Roboam “abandonó el consejo de los ancianos” (I Reyes 12:8), y decidió ser más cruel de lo que su padre alguna vez soñó ser (vv. 14,15), “Israel se rebeló contra la casa de David” ( v.19). Este fue el comienzo de la gran división en las doce tribus de Israel, cuando Jeroboam dirigió a diez de las tribus en rebelión lejos de la casa de David, abriendo una brecha entre las diez tribus de Israel y las dos tribus de Judá (I Reyes 12). :20-33). En otras palabras, millones de personas estuvieron divididas durante mil años, ¡y todo por falta de un poco de bondad!

Para terminar, si bien es poco probable que su falta de bondad tenga ese tipo de efecto monumental en el mundo, afectará a alguien. ¿Por qué no decidir ahora mismo ser paulino tanto en la práctica como en la doctrina y “sed bondadosos unos con otros”?